Prólogo
Nadie sabe lo que te puede preparar el futuro, pero si todos saben cuando termina un ciclo, es doloroso saber que puedes perder a tus amigos y que nunca los puedas volver a ver, bueno eso es lo que les puede pasar a nuestros protagonistas.
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Ya era el día de la fiesta de invierno, me levanté y ví que tenía mensajes de Emilia dónde decía que fueramos muy temprano para su casa, así que me puse unos shorts y una sudadera para poder ir, ya en la casa de ella.
- en un momento nos traen el desayuno, así que siéntense - nos dijo Emilia, Caro y yo obedecimos
creo que mas tardamos en sentarnos que nos estaban trayendo el desayuno, las sirvientas de la casa de Emilia nos trajeron frutas, hotcakes, licuados y jugos naturales, para mí parecer creo que era la demasiada comida, creo que con todo esto podríamos alimentar como a quince personas o más nose.
Después de desayunar, Emilia nos llevo a su cuarto, estando allí nos dimos cuenta que había muchas muchachas, viendo todo, parecía que estuviéramos en un salón de belleza, pero en su cuarto.
- bueno solo siéntense y relájese, ellas aran su trabajo - Emilia se sentó en una de las sillas y nosotras la seguimos
Nadamás nos sentamos, las chicas se acercaron a nosotras, la verdad nose que tantas cosas nos pusieron en la cara, pero nos hicieron que nos relajemos, pasaron muy rápido las horas, nos dieron unos sándwiches para el almuerzo y siguieron arreglando nos, después de todo eso ya eran las 6:30 de la tarde, si nose que tanto hicieron para arreglarnos ya que cuando yo me arreglo lo más que tardo es dos horas máximo, ya listas con peinando, pedicura, manicura y maquillaje, iniciamos a vestimos, la primera en vestirse, ya que necesitábamos ayuda con los vestidos, fue caro, así que entre las dos la ayudamos.
Caro tenía un hermoso vestido verde con beige, le quedaba muy bonito por cierto, le hacía resaltar mucho su tono de piel, su cabello rubio tenía algunas hondas y el maquillaje que le habían hecho resaltaba mucho sus hermosos ojos, aunque lo largo del vestido no dejaba ver sus zapatos pero llevaba unos tacones en color beige.
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Ya lista Caro, ellas me ayudaron a vestirme.
El vestido que me pusieron, era muy grande para mi opinión, pero ella me lo estaba regalando así que no me importa, es de color azul claro, muy bonito por cierto, me sentía como si fuera Cenicienta, mi cabello estaba acomodado de un lado con unas pequeñas hondas, el maquillaje hacía que mis ojos oscuros resaltarán más, tenía unos tacones en color plateado.
