Prólogo
Nadie sabe lo que te puede preparar el futuro, pero si todos saben cuando termina un ciclo, es doloroso saber que puedes perder a tus amigos y que nunca los puedas volver a ver, bueno eso es lo que les puede pasar a nuestros protagonistas.
...
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Ya era de mañana y la verdad creo que me dormí estudiando ya que en mi cama había por todos lados libros y libretas, estaba a punto de ir al baño para cambiarme cuando sentí un olor muy raro como si algo se quemara.
- ¿que es ese olor? - dijo caro levantándose de su lado de la cama
- nose
Así que salimos y más grande fue mi sorpresa ya que Alexander salió corriendo de la cocina
- ¡Se quema la cosina! - grito
- ¿Que? - estoy sorprendida
- acaso estás sorda, que se quema la cosina - me agarró de los hombros
- dónde está el extintor - Caro estaba detrás de mi
- ¿Que apesta? - dijo Isaac saliendo del cuarto
- se quema la cosina - le dije
En eso estábamos gritando nos todos hasta que escuché un ruido y ví a Alex apagando el desastre de la cosina con el extintor.
- ¿Que demonios estabas haciendo Alexander? - le dijo Alex, mientras salía de la cocina
- yo igual quiero saber eso - me cruze de brazos
El solo dio una pequeña sonrisa - es que yo estaba haciendo el desayuno para Emilia pero pues no salieron bien las cosas
- hay amiguito - le agarre el hombro - estás muy enamorado y pendejo
- ¡Isabella!
- solo te dije la verdad
- bueno ya, hay que limpiar todo esto - dijo Caro viendo el desastre
- pero fue culpa de Alexander, así que el limpie todo - dijo Alex
- yo digo lo mismo, así que bye - dijo Isaac y se fué al cuarto
- los odió - nos miró Alexander
La tarde fue algo aburrida, nos la pasamos viendo cómo Alexander limpiaba todo su desastre, hasta que Isaac salió del cuarto todo arreglado.
- y tú a ¿donde vas? - lo inspeccionó Alex
- hay fiesta en casa de Brayan, así que me voy
- y no nos dijiste nada - se cruzó de brazos Caro
- no pensé que quieran ir
- ahora nos llevas - dijo Emilia
- está bien, solo apúrense a cambiarse o irán así en pijama - nos miró
- hay vamos - se paró Caro
- que se diviertan - le dije
- hay no, no empieces que no vas a ir - me miró Emilia
