Aria extorsiona al amigo de Liam, y Liam, le persigue para frustrar sus planes. Eso resume toda su relación, al menos hasta el momento.
ღღღღღ
Liam y Matthew son dos personas muy diferentes, pero, a pesar de eso, son buenos amigos. Liam no se enorgu...
Caminaba por el pasillo en dirección a la cafetería. Observe mi celular por unos segundos, pero en consecuencia por desviar mi mirada del camino termine chochando con alguien. Levante mis ojos hacia el frente y pude observar a una chica con lentes mirarme fijamente. Podría soltar una carcajada en este momento, un cliché más agregado a mi lista. Incline mi cabeza y pude observar sus libros sobre el suelo, esta es la típica escena en la que ambos se inclinan a recoger los libros y en el proceso sus manos se rozan, haciendo que sus miradas se crucen y la flecha de cupido aparezca mágicamente. Pero honestamente no tengo la intención de vivir dicho acontecimiento, no tengo ganas de enamorarme y el hambre está a su máximo poder.
–Disculpa –menciono con toda la intención de seguir mi camino, pero sus palabras me detienen.
–Recógelos –pronuncia con voz imponente, a lo que yo clavo mis ojos en ella. La chica continúa observándome con seriedad mientras espera que recoja sus libros. ¡Ella me quiere enamorar a la fuerza!
–¿Disculpa? –digo mientras continuo observándola y ella enarca una de sus cejas en respuesta.
–Chocamos porque alguien venía con los ojos pegados en su teléfono, por lo tanto tu obligación es recoger lo que ocasionaste.
Sin ganas de generar una discusión por esta tontería procedo a inclinar mi cuerpo para recoger sus libros mientras suelto un chasquido de lengua. Se los entrego y ella los recibe con una expresión fría, pero de repente su rostro se ilumina y sus gestos cambian bruscamente, una sonrisa se dibuja en sus labios.
–Gracias –menciona con amabilidad para posteriormente pasar a mi lado y alejarse lentamente.
Bipolaridad en su máxima expresión –Es lo primero que pienso mientras la observo alejarse por encima de mi hombro. Mi estómago ruge reclamando la comida que ya debería estar ingiriendo en este momento, por lo que decido continuar con mi camino mientras observo a mí alrededor.
¡Ninguna flecha de cupido!, bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
