Liam
Coloco el auto en marcha, mientras mantengo mi vista fija sobre la carretera. Inhalo profundamente, mientras siento el delicioso y dulce aroma característico de Aria.
— ¿Te gusta el helado? —le pregunto, con la intención de desaparecer el silencio entre nosotros.
—Si —responde. Yo le doy una mirada de reojo y la observo con las mejillas sonrosadas, y la mirada fija en la autopista. Es la primera vez que la noto actuar como una chica tímida, y eso me encanta, me fascina conocer tantas facetas de ella.
—Bueno, entonces iremos por uno —comento, y ella asiente con nerviosismo. Regreso mi vista a la carretera y dibujo una sonrisa en mis labios. El simple hecho de estar a su lado me trae felicidad, eso es algo que solo mi abuela me había echo sentir.
Después de unos minutos, detengo el auto frente a una heladería que suelo visitar con frecuencia. Los helados y las malteadas son una verdadera delicia.
Ambos descendemos del vehículo, y yo encamino mis pasos hacia la heladería, pero me detengo en seco al notar que Aria no me sigue. Me doy la vuelta y la observo caminando hacia el súper mercado en la otra cera.
— ¿A dónde vas dulzura? —le pregunto, mientras meto ambas manos en los bolsillos de mi pantalón.
Ella se gira y me observa con confusión. Luego desvía su mirada y observa algo detrás de mí, su boca se abre levemente y señala el lugar con cara de «ya entendí». Es entonces que cambia el rumbo de sus pasos, encaminándose hacia donde yo me encuentro.
Una sonrisa se dibuja en sus labios con algo de diversión, y se acerca hasta mí mientras el viento agita su hermoso y castaño cabello. Me quedo hipnotizado observándola, de verdad es hermosa.
—Disculpa —exclama con una sonrisa de vergüenza en su rostro—, a veces olvido que lo normal es comprarlo en heladerías.
Una risa se escapa de mis labios mientras la observo, y ella posiciona una de sus manos sobre su nuca.
—¿Sueles comprarlo en el supermercado? —le pregunto, a lo que ella asiente.
—Si. Todos en casa somos así—musita mientras me observa —, las porciones de las heladerías nos parecen demasiado pequeñas. Nosotros vamos directo al helado de litro.
Dejo escapar una carcajada, y ella desvía sus ojos mientras mantiene aquella deslumbrante sonrisa en sus labios.
—Si no te molesta —menciono, y ella vuelve a depositar su mirada en mí—, me robare esa estrategia —exclamo mientras le dedico una sonrisa, la cual ella me regresa casi de inmediato.
Me acerco y rodeo sus hombros con uno de brazos. Mi corazón se acelera al tenerla tan cerca, y ella se envara, sorprendida de lo que acabo de hacer.
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Miradas de chocolate
RomanceAria extorsiona al amigo de Liam, y Liam, le persigue para frustrar sus planes. Eso resume toda su relación, al menos hasta el momento. ღღღღღ Liam y Matthew son dos personas muy diferentes, pero, a pesar de eso, son buenos amigos. Liam no se enorgu...