Liam
Observaba el semáforo con paciencia, mi tiempo se encontraba perfectamente calculado y por ello no llevaba prisa alguna. El verde frente a mi ilumino mis ojos y puse el auto en marcha, tan solo faltaban dos cuadras para llegar a la escuela.
Al llegar me estacione para posteriormente bajar de mi auto lentamente, poniendo un pie primero y sacando el otro cuando ya prácticamente todo mi cuerpo se encontraba afuera. Menee mi cabello y pasee mis ojos por el lugar. Mi bebe es un Mazda MX-5 en color rojo, no podría alardear que es el auto más caro del mercado, pero sí puedo decir que es un auto deportivo con todas las cualidades para llamar la atención en esta escuela.
–Hola viejo –Saluda Matt mientras ambos chocamos los puños.
Matthew es mi amigo desde hace tiempo, nosotros heredamos la amistad de nuestros padres desde que éramos tan solo unos fetos.
Ambos encaminamos nuestros pasos hacia las instalaciones y simplemente ignoramos las muchas miradas que caen sobre nosotros, son muy pocas las afortunadas a las que decido devolverles una sonrisa. Este lugar me recuerda a las películas escolares para adolescentes. Los chicos guapos y populares adorados por todas, las chicas ricas y creídas pero bellas a muerte, los nerds con su montaña de libros al costado, y demás estereotipos fijados en muchas historias que conforman una montaña de cliché. Pero eso es divertido ¿no?, me encanta vivir en una película así y más cuando yo estoy en el grupo de los populares.
Al entrar al salón de clases, tanto Matt como yo, nos dirigimos a nuestros puestos ya asignados. Si se preguntan quién los asigno puedo levantar mi mano en respuesta, desde que el nuevo año escolar empezó elegí sentarme aquí y por más tarde que llegue siempre he encontrado mi puesto vacío y a mi espera. No he declarado este como mi asiento en palabras, pero los demás parecen entenderme sin que tenga la necesidad de mencionarlo.
No me gustan los puestos de adelante, pero tampoco soy el rebelde que se sienta atrás, yo soy más de los asientos de en medio. Matt se deja caer en la silla a mi lado y minutos después visualizo a Chelsea entrar y sentarse justo delante de mí. ¡Qué bendición tener ese brillante cabello frente a mi todos los días!
Nunca me he quejado al respecto, pero la verdad no me parece justo que nuestra primera clase del día un lunes sea Ética. Tengo un sueño tremendo y el profesor simplemente no ayuda, es un hombre mayor de unos 65 años que según yo ya debería estar pensionado, habla con una lentitud voraz y una serenidad total que demuestra toda la paciencia con la que debe contar. Es licenciado en ética y eso siempre lo demuestra, nunca hace bromas en su clase y tampoco permite que se las hagan, todo esto agrupado da como resultado una clase sumamente aburrida en la cual debes sujetarte los parpados para no caer dormido.
Las primeras horas de clases pasaron con una frustrante lentitud. La verdad llegue a pensar que mi reloj se había averiado, lo observaba después de 10 minutos y tan solo habían pasado dos ¡cómo podía ser posible!
ESTÁS LEYENDO
Miradas de chocolate
RomantizmAria extorsiona al amigo de Liam, y Liam, le persigue para frustrar sus planes. Eso resume toda su relación, al menos hasta el momento. ღღღღღ Liam y Matthew son dos personas muy diferentes, pero, a pesar de eso, son buenos amigos. Liam no se enorgu...