Capítulo 6

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Decidí dar unos pasos adelante y ponerme a lado de ella.

- Lo lamento. - Fue lo único que dije mientras miraba la escena.

Ella giró un poco su cabeza para dirigir su mirada hacia mí, yo le dediqué una media sonrisa comprendiendo su dolor.

- ¿Quién eres? - Me preguntó muy desanimada.

- Laura. - La respondí y miré al suelo. - Oí que te llamas Angela. - Comenté y ella no dijo nada. - Bonito nombre.

Fui interrumpida por los sollozos de Rani que estaba siendo sujetada por un médico y había una señora del otro lado de la reja que estaba contenta de verla con vida. Luego un sonido llamó mi atención, era Claire quien había propinado un manotazo a la cara del político. Sonreí al ver eso, se lo tenía merecido.

- Fuerza agente. - Solo dije para luego alejarme de ella.

Crucé a lado de Leon y le dí unas palmaditas en su hombro para luego seguir mi camino y dejarlo sólo.

Un médico se acercó a mí y me llevó hasta una ambulancia, me senté a un costado y me hizo un chequeo rápido. Con un oftalmoscopio verificó mis ojos, también con un depresor lingual examinó mi boca y mi garganta. Me hizo un par de preguntas respecto a cómo perdí un lado de mi calzado y le comenté lo ocurrido.

Apoyó la cabeza de un estetoscopio por mi pecho y se dispuso a oír si tenía alguna anomalía en mi interior. En el momento de llegar a mi espalda, levantó mi remera y definitivamente vió las raspaduras ocasionadas durante la caída al salvar a Rani. Me preguntó el “cómo” ocurrió eso y se lo expliqué.

Procedió a curarme la lesión, en tanto me fijé que Leon estaba observando atentamente a Ángela y ésta aún seguía mirando en dirección al aeropuerto.

Agaché mi cabeza y no pude evitar recordar lo que había acontecido allí adentro. Aún no lograba entender el por qué lo dejamos, sé que fue su decisión pero debe haber una cura. No entiendo.

¿Cómo pudo ocurrir esto?.

¿Qué es lo que hace que se conviertan en esas cosas?

Esto no es igual a lo sucedido en España.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando me fijé que el médico tenía una jeringa en su mano. Me explicó que era un antivirus y justo en ese momento ví que unos camiones ingresaban en el perímetro, en ellos estaba inscripto un logo “Compañía Farmacéutica Wilpharma”.

Miré extrañada y fue entonces que el doctor me inyectó una dosis, me sobresalté un poco pero luego me calmé.

El médico dijo haber terminado y me dejó ir. Entonces con un poco de dolor en la espalda  me puse de pie, miré a mi alrededor, militares caminando armados, profesionales de la medicina cumpliendo su labor, no volví  a ver a nadie más.

Decidí caminar, no sabía qué hacer, perdí mi equipaje, mis documentos, otra vez sóla en este mundo, joder. Aunque... no estaba sóla del todo, necesito hablar con el rubio.

Llegué a una parte solitaria, no había nadie o eso creía, hasta que escuché la voz de Leon, cuando iba a acercarme a él me dí cuenta que estaba hablando por teléfono con alguien, no demoré mucho para reconocer la voz de Hunnigan. Decidí ocultarme y oír la conversación.

- Después de recibir la confirmación del departamento que el virus utilizado en este ataque en efecto es el virus T, le presenté un plan al presidente. - Decía Hunnigan en el teléfono. - Lo procesó como una medida de emergencia. Todos los soldados involucrados en el rescate fueron vacunados.

Resident Evil Una Nueva PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora