Feliz cumpleaños AJ Romanoff

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El último recuerdo que tenía de sus padres era también el más reciente, recordaba ese día en el que todo se había acabado para la familia Romanoff.

Sus padres, Peter y Michelle Romanoff, los sostenían de las manos a él y a su hermana y observaban a la mujer pelirroja salir del jet, la mujer saludó a su hijo y a su nuera antes de agacharse y besar las frentes de sus nietos. Sus padres se agacharon y llenaron sus rostros de besos y los abrazaron fuertemente. Las últimas palabras que ambos niños escucharon a sus padres decir fue que los querían mucho y que deberían portarse bien mientras que la abuela Natasha los cuidaba mientras que ellos se iban a una misión.

Una misión de la que jamás volvieron.

Habían pasado diez años y la última vez que Anthony Edward Junior y Noelle Natasha Romanoff vieron a sus padres fue mientras que ellos, usando sus trajes de Spider-Man y White Tiger, subieron el jet de los Avengers y se dirigieron a una misión de la que jamás volverían, jamás volverían a ser vistos por sus compañeros de los Avengers, o por algún miembro de la familia Romanoff-Jones. Nunca se comunicaron con las instalaciones de los Avengers antes de desaparecer, y los rastreadores de sus trajes no funcionaban, ni siquiera se encontraron restos de el jet en el que se habían ido, simplemente fue como si Spider-Man y White Tiger hubieran desaparecido de la existencia.

Algunos hasta los consideraban muertos.

Ahora, diez años después de que los héroes desaparecieran, los hijos de Spider-Man y White Tiger tenían catorce y dieciséis años.

Despertó al sentir a su mascota lamer su rostro y soltando un bostezo tomó a la Flerken en sus manos y la acarició.

—Buenos días, Mentita...—dijo él aún medio dormido. Mentita se sentó a un lado de él en la cama y el chico se levantó y estiró los brazos, se frotó los ojos en un intento de quitarse el sueño y salió de su habitación, fue por el pasillo y vio a su abuela dejando una bandeja con panqueques y un vaso de jugo de naranja en el piso frente a la puerta de la habitación de su hermana.—buenos días, abuela Nat.

Natasha pareció estremecerse y levantó la mirada, viendo a su nieto.

—Demonios, Niño, no me asustes así.

—Lo siento...

Natasha le sonrió, se levantó y fue a abrazar fuertemente al adolescente.

—Feliz cumpleaños, AJ.

—Gracias, abuela...—Dijo AJ, sin sentirse verdaderamente feliz por el hecho de que era su cumpleaños. Natasha pasó su mano por el cabello castaño del chico y le besó la frente.

—Mi hombrecito, ya tienes dieciséis... desearía que tus padres estuvieran aquí para verte...

AJ suspiró.

—Yo también, abuela...

Ambos permanecieron abrazados durante unos momentos, hasta que Nat se separó y le sonrió a su nieto.

—Pero bueno, no nos pongamos depresivos, ¡éste es tu día especial!—ambos se dirigieron a la cocina, AJ sacó un plato para que Natasha le sirviera panqueques con chispas de chocolate.—¿qué te gustaría que hiciéramos hoy? Dijiste que no querías una fiesta o un viaje, así que tal vez podríamos salir a cenar los tres si logramos que tu hermana salga de su habitación...

—No es necesario, abuela...—dijo él antes de llevarse un trozo de panqueque a la boca, ya sentando en la mesa.—en serio...

—No digas eso, Niño.—Natasha extendió una mano y despeinó el cabello de su nieto mientras que se sentaba en la mesa.—no todos los días se cumplen dieciséis años, déjame hacer algo para ti. Noah tiene catorce y ya estoy planeado su fiesta de dulces dieciséis.

Children of the Spider and the Tiger [#5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora