Children of the Spider and the Tiger [#5]

La chica de la tienda de cómics

Al terminar las clases AJ abrió el sobre que Gwen le había dado mientras salía de la escuela y sonrió al sacar de éste una tarjeta de regalo para su tienda de cómics favorita.

—¿Quieres acompañarme?—Preguntó mirando a Vincent mientras que caminaban por la acera.

—No puedo, tengo que volver a casa. Mis padres y yo iremos a ver al abuelo Norman. 

—¿En serio?—Preguntó AJ, confundido.—pensé que el tío Harry había dejado de hablarle después de que tus padres se casaran.

—Sí, pero él dice que quiere arreglar las cosas con mis padres, y por alguna razón Harry le cree, pero Harley no tanto. Ésta también será la primera vez que conozcamos a su esposa Ophelia, a pesar de que lleven casados como diez años.

Los amigos se despidieron cuando una limusina llegó a recoger a Vincent y AJ se dirigió hacia la tienda de cómics, paró en frente de un semáforo, cruzó la calle y al entrar a la tienda fue saludado por el chico en la caja registradora, quien ya lo conocía por todas las veces en las que había ido.

Caminaba por las estanterías tomando un cómic tras otro, mientras que en sus brazos se formaban una pequeña torre de cómics, pensó que era el único en la tienda hasta que entró a un pasillo en el que habían los disfraces que vendían—intentó ignorar los disfraces de Spider-Man y White Tiger—y vio a una chica posando en frente de un espejo y tomándose fotos, luciendo un disfraz de el famoso superhéroe QuickSilver. AJ, sin saber bien porqué, sintió que su corazón daba un vuelco y sus mejillas sonrojarse, ésta chica era preciosa. Era esbelta y con las curvas bien marcadas, su piel era muy pálida, pero eso no le quitaba lo bello, tenía unas adorables pecas en sus mejillas, los ojos azules grisáceos y el cabello largo, lacio y rubio platinado.

AJ apretó contra su pecho la pequeña pila de cómics, y se dio la vuelta y fingió ver los disfraces que colgaban de ganchos cuando la chica dejó de tomarse fotos y volteó a ver en su dirección.

—¿Necesitas ayuda con eso?—AJ se estremeció, miró de vuelta a la chica y ella sonreía, viendo todos los cómics que sostenía en sus brazos, dos de estos se cayeron al suelo y ella fue a levantarlos.

—G... Gracias...—Tartamudeó, nervioso, mientras que la chica ponía los cómics de vuelta en los brazos de AJ.

—Hey, Starlight.—AJ se hizo a un lado cuando el chico alto y castaño que se encargaba de la caja registradora entró al pasillo y se dirigió hacia la albina.—¿terminaste de escoger tu...? ¡Oh, no me digas que planeas ir a la fiesta de disfraces vestida como papá!

AJ apretó los labios y se alejó mientras que ambos chicos se ponían a hablar, volvió a la parte de la tienda en la que estaban los cómics y empezó a escoger y tomar más de las estanterías, haciendo que la pequeña pila en sus brazos aumentara de tamaño. Se dirigió hacia la caja registradora y dejó los cómics encima del mostrador.

—Hey, hombre, ¿puedes guardar estos para mí mientras que voy por más?—Preguntó mirando al chico castaño y él asintió, AJ volteó en dirección al pasillo en el que estaban los disfraces.—¿conoces a la chica esa? La que tenía el traje de QuickSilver...

—Ah, por supuesto—dijo el chico antes de reventar una bomba de chicle.—, es mi... bueno, es un poco complicado, digamos que es mi prima.

—Tu prima, ¿huh...?

Al ver que el chico lo miraba con una ceja alzada AJ se sonrojó y giró encima de sus talones para volver a las estanterías llenas de cómics. Tomó varios de los volúmenes que necesitaba para terminar una serie de Manga que estaba leyendo y una vez más vio a la misteriosamente hermosa chica, agachada en frente de una estantería y viendo los cómics que estaban en la parte más baja, se había quitado el disfraz y llevaba puesto un vestido morado pastel con detalles de encaje blanco y unas botas militares negras, su cabello estaba en dos trenzas, cada una encima de cada hombro.