Siempre fuiste tú Juliantina

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-Val... Val...- susurró Juliana moviéndola suavemente

-Mmmm

-Despierta y brilla mi amor

-5 minutos más- se quejó Valentina

-No preciosa, despierta, tienes que desayunar

-Juls... tengo sueño amor- dijo Valentina abriendo solo un ojo

-Venga amor, despierta, mi bebé tiene que comer

-Tu bebé tiene sueño muchas gracias- dijo Valentina tapándose hasta la cabeza a lo que Juliana río.

-Val, ya despierta, no seas floja

-Es domingo Juliana, déjame dormir

-Son las 8 de la mañana, ya dormiste lo suficiente

-¿Las 8? ¿Estás loca? Déjame dormir

-Val... ya despierta

-No me dejaras dormir ¿verdad?- preguntó Valentina destapándose

-No amor, tienes que desayunar, mira, te preparé el desayuno- dijo Juliana acercando una gran bandeja con comida

-No pensarás que me voy a comer todo eso ¿o sí?

-Sí, tienes que comer muy sano

-Juliana siempre he comido sano

-Pues ahora más, anda desayuna, después iremos a comprar lo que recetó el médico

-Después seguiré durmiendo- dijo Valentina enojada

-No te enojes o mi bebé será un gruñón

-Optaré por no decir nada, ¿vas a desayunar?- preguntó Valentina después de poner los ojos en blanco.

-No tengo hambre la verdad

-Yo tampoco y aun asi me obligarás a comer, así que desayunaras conmigo... prueba esto está muy bueno- dijo Valentina dándole un pedazo de fruta con el tenedor.

-Oye Val...- dijo Juliana minutos después

-¿Si?

-¿Podemos ir a comprar cosas para el bebé?

-¡Dios!- dijo Valentina antes de empezar a reír

-¿Too much?- preguntó Juliana inocentemente

-Too much chiquita

-Está bien, me conformo solo con comprar lo que recetó el doctor

-Gracias

-Amor en unas semanas tengo que ir a Estados Unidos

-¿Y eso?

-Nada tengo que firmar unos contratos y tendré un montón de reuniones

-¿Vas a tardar mucho?

-Solo unos días, ¿quieres acompañarme?

-No Juls, tengo mucho trabajo

-Respecto a eso...

-Elimina cualquier idea u opinión que tengas sobre mi trabajo en este momento- dijo Valentina mirándola fijamente

-Pero si no he dicho nada- respondió Juliana riendo

-Por lo mismo, solo te estoy previniendo de decir algo incorrecto

-Bueno... ¿No comerás más?

-No ya no amor

-Está bien- dijo Juliana llevando la bandeja hacia una mesita.

-Por cierto, se te olvidó algo