Me levanté de buen humor, por fin terminaba mi sufrimiento.
Bajé y no había manzanas así que agarre un yogurt de la nevera.
Salí de mi casa, cuando entré a el instituto pasó lo de siempre, Logan y su grupo golpeándome. Pero mientras ellos me golpeaban, yo me reía sádicamente.
-Vas a pagar por lo de ayer—me decía Logan
-Idiota—susurré
-¿¡QUÉ DIJISTE!? Golpéenlo
Me golpearon mucho más fuerte que antes.
Terminaron de golpearme, fui al salón, todavía no había nadie así que empecé a escuchar música de Eminem.
-Hola...
-Hola Lucía
-Dime Lu
-No te llamaré así nunca—digo y se rió
-¿Qué escuchas?—me quitó los audífonos
-Hey.—grité—¡Devuélveme mis audífonos!
-¿Te gusta Eminem?
-Sí—respondí
Hablamos hasta que llegaron Katssy y Luisa.
-Hola chicos—dijeron al unísono
-Hola—respondí
Al rato llegó el profesor y empezó la clase.
La clase paso rápido, era la hora del descanso, esperé a que todos salieran para salir.
Fui al tercer piso, ahi había una distancia razonable para poder saltar. Si no moría al menos podía quedar inválido a algo.
Pensé en toda mi vida que valía mierda, todas las cosas malas que me habían pasado, que me estaban pasando y que probablemente me pasarían.
Inhale un poco de aire y cuando estaba a punto de saltar, alguien gritó.
-¡¿QUÉ HACES?!
-No te importa, déjame
-No permitiré que te suicides. Piensa en quiénes te quieren—dijo Lucía
-Nadie me quiere, mi vida es una mierda
-Yo sí te quiero
-¡Tú no sabes NADA sobre mí!—grité resaltando
-Si sé como te sientes, sientes que tu vida no vale nada, que nadie te quiere, pero no es así, tú vales mucho y sí me importas—dijo
-¿Por qué te importo?—pregunté
-Porque... Sé que no te conozco mucho, que no vas a confiar en mí de un día para otro, pero... Me caes bien, ven, yo te ayudo. Además nadie merece esto.
Me jaló hacia ella, quedamos cara a cara, nuestra respiración chocaba
-Uhm... Okey, no lo haré, no por ti, sino porque pienso en que tal vez pueda darme una oportunidad, pero... ¿Me puedes ayudar?
-Claro...—arrastrando la palabra—¿En qué?
-Quiero escapar de mi casa
Lucía se sorprendió, ella no sabe nada de mi madrastra, no se lo diría, sólo quiero que me ayude a escapar.
Tenía el dinero que me dejó mi madre y la mesada de mis abuelos.
Con eso tenía para alquilar un departamento y si empezaba a trabajar, podría pagar mis estudios.
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Cortes Que Unen
Teen Fiction¿Sabes lo que es sentir que no sirves para nada? ¿Saber que a nadie le importas? Aidan, un chico de 18 años que vive lo peor. ¿Podrá cambiar con la ayuda de alguien? ¿Terminaría bien después de todo? SE PROHÍBE LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE LA HISTORIA...