C.U.A.T.R.O

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Me levanté de buen humor, por fin terminaba mi sufrimiento.

Bajé y no había manzanas así que agarre un yogurt de la nevera.

Salí de mi casa, cuando entré a el instituto pasó lo de siempre, Logan y su grupo golpeándome. Pero mientras ellos me golpeaban, yo me reía sádicamente.

-Vas a pagar por lo de ayer—me decía Logan

-Idiota—susurré

-¿¡QUÉ DIJISTE!? Golpéenlo

Me golpearon mucho más fuerte que antes.

Terminaron de golpearme, fui al salón, todavía no había nadie así que empecé a escuchar música de Eminem.

-Hola...

-Hola Lucía

-Dime Lu

-No te llamaré así nunca—digo y se rió

-¿Qué escuchas?—me quitó los audífonos

-Hey.—grité—¡Devuélveme mis audífonos!

-¿Te gusta Eminem?

-Sí—respondí

Hablamos hasta que llegaron Katssy y Luisa.

-Hola chicos—dijeron al unísono

-Hola—respondí

Al rato llegó el profesor y empezó la clase.

La clase paso rápido, era la hora del descanso, esperé a que todos salieran para salir.

Fui al tercer piso, ahi había una distancia razonable para poder saltar. Si no moría al menos podía quedar inválido a algo.

Pensé en toda mi vida que valía mierda, todas las cosas malas que me habían pasado, que me estaban pasando y que probablemente me pasarían.

Inhale un poco de aire y cuando estaba a punto de saltar, alguien gritó.

-¡¿QUÉ HACES?!

-No te importa, déjame

-No permitiré que te suicides. Piensa en quiénes te quieren—dijo Lucía

-Nadie me quiere, mi vida es una mierda

-Yo sí te quiero

-¡Tú no sabes NADA sobre mí!—grité resaltando

-Si sé como te sientes, sientes que tu vida no vale nada, que nadie te quiere, pero no es así, tú vales mucho y sí me importas—dijo

-¿Por qué te importo?—pregunté

-Porque... Sé que no te conozco mucho, que no vas a confiar en mí de un día para otro, pero... Me caes bien, ven, yo te ayudo. Además nadie merece esto.

Me jaló hacia ella, quedamos cara a cara, nuestra respiración chocaba

-Uhm... Okey, no lo haré, no por ti, sino porque pienso en que tal vez pueda darme una oportunidad, pero... ¿Me puedes ayudar?

-Claro...—arrastrando la palabra—¿En qué?

-Quiero escapar de mi casa

Lucía se sorprendió, ella no sabe nada de mi madrastra, no se lo diría, sólo quiero que me ayude a escapar.

Tenía el dinero que me dejó mi madre y la mesada de mis abuelos.

Con eso tenía para alquilar un departamento y si empezaba a trabajar, podría pagar mis estudios.

Cortes Que UnenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora