Aidan
-No me asustas—dije con voz firme—. Lo único que quiero es ver a Lucía y saber que está bien
-No la podrás ver, pero tranquilo, ella está bien
-Sigo sin saber que quieres que haga o que diga, ¿Por qué me tienes aquí?
-Solo relájate, no soy un vendedor de órganos—dijo guardando el cuchillo
-Eres un secuestrador
-¿Enserio no me recuerdas?
-Tú dices que eres Juanma, pero él nunca haría esto, además tú no te pareces a él
-Ok, lo admito, no soy Juanma, pero yo sé que me reconoces. Si no sabes por qué paso esto, entonces supongo que no leíste mi carta...
-¿Qué carta?
-Oh, vamos Ander... No te hagas.—en ese momento entendí todo.
-Mira pendejo, te confundiste de persona, yo no soy el tal Ander y no tengo idea de quién eres tú. Así que ahora déjame irme.
-Claro que eres Ander, al menos eres igual a él...
-¡QUE YO NO SOY ANDER!
-Demuéstralo
-¿Cómo?
-Déjame ver tu brazo y si no tienes la marca de nacimiento, te dejaré ir con una condición
-¿Que condición?
-Primero, déjame ver tu brazo—dijo sonriendo
Estiré mi brazo para que lo viera y se dé cuenta que tiene secuestrado a la persona incorrecta.
-Oh...
-¿Es todo lo que tienes que decir?
-¿Eres suicida? Esas marcas son de cortadas
-No te incumbe ese asunto—dije apartando mi brazo—. ¿Viste que no soy Ander?
-Sí, no eres él, pero su parecido me sigue asustando... ¿No tienes un hermano gemelo perdido o alguna mierda así?
-¡NO! Ahora déjame ir
-Ok, solo si mantienes la boca cerrada, tú no me conoces, ni sabes nada de esto, te estaremos vigilando—dijo en un tono amenazante—. Ah, y deja de cortarte, eso es de cobardes.
-Espera, tengo dos preguntas
-¿Qué quieres?
-Cómo sabías de la existencia de Juanma, y porque sabías su apodo?
-No sabía de su existencia y tampoco sabía su apodo, a mí también me dicen Manu, bueno, solo Ander me dice así...
-Ok, mucha platica ¿Ahora me dejas ir?
-Vete—dijo abriendo una puerta que daba hacia la cochera—mis hombres te llevarán al lugar donde te encontramos, y recuerda que te estaremos observando. Así que más te vale no decir nada.
ESTÁS LEYENDO
Cortes Que Unen
Novela Juvenil¿Sabes lo que es sentir que no sirves para nada? ¿Saber que a nadie le importas? Aidan, un chico de 18 años que vive lo peor. ¿Podrá cambiar con la ayuda de alguien? ¿Terminaría bien después de todo? SE PROHÍBE LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE LA HISTORIA...