Narra Leah
Nos habíamos mudado a un departamento con ayuda de Santiago, cuándo salimos de la casa Marlli se encargó de asegurarme que me iba a arrepentir muchísimo. Intentó abofetearme pero Juan se lo impidió, yo estaba demasiado asustada por lo que le pudiera pasar a papá o mi. Terminamos de desempacar a eso de las doce del mediodía, Juan se fue a preparar el almuerzo mientras yo me metí a bañar.
Estaba muy consciente que estaba en problemas muy grandes por que era seguro que Marlli haría cualquier cosa para sacarme de la vida de Juan para siempre de ser necesario, estaba preocupada por papá. No quería que le pasará algo por mi culpa, si debía renunciar a Juan para que papá estuviera bien lo haría incluso si se quedará mi corazón con él. Aún me dolían los rasguños en mi mejilla, jamás pensé que Marlli me fuese a golpear o si quiera a ponerme una mano encima y tampoco esperé la reacción de Juan, todo fue demasiado inesperado.
Unas manos rodearon mi cintura, sonreí cuándo susurró a mi oído de manera sexy
—Te ves realmente sexy mojada, de ambas formas—Sonrió en mi oído, sabía a lo que se refería con "Ambas formas"—
—Deberías estar haciendo el almuerzo—Se colocó frente a mi—
—Así era hasta que me pregunté que hacías y vi tú ropa en el suelo, no pude resistirme. Sabes que tengo un debilidad por todo lo que venga de ti—Su mirada estaba en mis pechos—
—Juan—Musite, me quedé callada pensando en las palabras correctas. Mordí mi labio, él frunció el ceño—Quiero regresar
Sus manos que antes estuvieron en mi cintura se deslizaron a sus costados, dio dos pasos hacía atrás y negó. Pude ver el dolor en sus ojos, sé que le había dolido. Él había hecho todo lo posible para que yo me quedará aquí incluso se pusó encontra de su madre pero es por eso mismo, yo no puedo continuar aquí. Estoy arruinando todo, Juan está técnicamente encontra de su familia por mí.
—¿Tú tienes que estar bromeando?—Su voz sonó incrédula, negué—
—Escúchame...
—¡¿Escucharte?! —Preguntó incrédulo—¡¿Que demonios quieres que escuche?! ¡¿Cómo te quieres ir de mí vida?! No, Leah. ¿Cómo puedes querer irte?—Preguntó más calmado tomándome de las mejillas—No te vayas, Leah. Por favor, nena. Quédate conmigo—Juntó su frente con la mía—
—No puedo, sabes que es lo mejor para ambos—Susurré—
—Lo mejor para ambos es que estemos juntos, lo mejor para mí es tenerte conmigo—Sus manos me atrajeron a su cuerpo—Te necesito aquí conmigo, te necesito a mi lado
Susurraba sobre mis labios hasta que los atrapó, me acorraló entre la pared y su cuerpo. Sus manos daban pequeñas caricias en mi cintura, mis manos tomaban sus brazos. Yo estaba completamente pérdida en él, mis pensamientos estaban nublados. Todo en lo que podía pensar era en lo bien que se sentían sus manos sobre mí y lo delicioso de sus labios, estaba derretida sobre sus brazos, era cómo un helado bajo el sol. Un poco de razonamiento apartó la lujuria acumulada y poniendo mis manos en su pecho lo empujé lejos de mí, él gruñó pero se alejó con el ceño fruncido.
—Por favor no lo hagas más difícil—Supliqué—
—¿Que esperas que haga, Leah?—Su ceño fruncido y un poco de incredulidad en su voz, debí repetirme mentalmente que era lo mejor—¿Que te deje ir de forma fácil? ¿Es lo que esperas? ¡Por Dios! No soy de los que renuncian, no te dejaré ir de forma fácil sólo por que mi madre esté en contra de lo nuestro. No voy a perderte por que pienses que dejarme y lastimarnos a ambos sea lo mejor, ¿Que quieres?—Bajé mi cabeza, él tomó mi mentón y me obligo a verlo—¿Irte y destrozarnos a los dos o fingir que no me conociste y sobrellevar el dolor? De las dos maneras sufrimos, AMBOS—Enfatizó—Si te vas estarás llevándote una parte de mi contigo y sé que te pasa lo mismo, no hagas esto, Leah
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No Me Olvides
أدب الهواةNo importa el camino que decidamos, ni adónde vayamos. Si el destino así lo quiere, nos volveremos a encontrar