Estacioné fuera del hospital, no estaba seguro de esto ni siquiera sé por qué vine pero lo que si sabía era que necesitaba verla, la darían de alta hoy y yo me iría en la noche así que creía que soportaría estar lejos de ella si al menos la veía unos segundos. Unos minutos después Leah salió seguida de su padre y Dylan, me escondí ocultando mi rostro bajo el retrovisor. Cuándo volví a subir para ver si ya se habían ido la vi caminar hasta mi, llevaba una camisa de las mías con unas sandalias bajas y su cabello estaba envuelto en un moño, su ceño fruncido y sus brazos cruzados no pasaron desapercibidos pero yo sólo quería besarla.
—¿Porqué no viniste por mi?
—Ni siquiera debería estar aquí, Leah—No quería dejar de verla, sentía que si lo hacía, si dejaba de mirarla olvidaría que alguna vez existió y que la amé más que a mí vida—Pero aquí estoy siendo un imbécil, no sé cuántas veces necesito para ver que no soy bueno para ti...
—¿Es todo?—La incredulidad en su voz hizo añicos mí corazón,ella quería que diera más pero no podía hacerlo,no podía más—¿Vas a dejar que ella nos separé? ¡Maldición, no! No lo hagas, no seas un cobarde. No renuncies a mí, no seas un maldito...
—¡Pudiste haber muerto!—Estaba histérico, ella hablaba de mi cómo si lo que fuese pasado no hubiese sido nada más que algo estúpido y no su intento de suicidio—¿No lo entiendes? Pudiste haber muerto, si irme para que estés bien me hace un cobarde entonces lo soy, prefiero verte vida lejos de mí a tener que ir a una maldita tumba para verte. ¿Eso me hace una maldito cobarde? ¡Lo soy! No te das cuenta que esto sólo nos hace daño, esto va a acabar con uno de nosotros muerto, desafortunadamente ambos sabemos que esa vas a ser tú. Leah, esto es demasiado para ti, necesitas que te den estabilidad no vas a encontrar eso conmigo, lo sabes. Olvídate de mi, será lo mejor para ti
—¿Para mi?—Incredulidad en su voz, las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas y yo sólo quería abrazarla—Es lo mejor para ti ¿No es así? Nadie necesita que tus fanáticas y las personas a tú alrededor sepan que tú novia es una maldita desquiciada que intentó matarse, no necesitas eso, claro que no—Secó sus lágrimas con enojo—Renuncia a mi, hazlo. Pon la patética excusa de que me haces daño, no importa. ¿Porqué importaría? ¡Todos se van, me dejan! No eres el único ni lo serás, eres un cobarde y sabes cuál es la peor parte—Aspiró su nariz—No vas a encontrarme en ningún lugar, en nadie. Intentarás buscarme en todos los malditos lugares, en todas las mujeres que se crucen en tú camino pero ninguna seré yo. Te acordarás de mí, mí recuerdo va a perseguirte el resto de tú vida. ¿Sabes porqué? Por qué eres un cobarde y los tipos de tú clase son castigados, es más cómo una pena, por tener todo lo que querían y necesitaban y perderlo, por no luchar. Me dejaste ir sin si quiera pensar en si podrías hacerlo, no podrás ,sentirás que estás desfalleciendo y no encontrarás salida al agujero negro en el que estarás pero ya no habrá vuelta atrás, me habrás perdido y tendrás que vivir con eso, un dolor lo suficientemente capaz de ponerte de rodillas. Buena suerte con eso
Sus últimas palabras sonaron lo suficientemente duras cómo para hacerme temblar pero sabía que estaba sufriendo, cuándo se dio vuelta y corrió a los brazos de Dylan quién la estaba consolando sabía que su definición de lo que me esperaría no sería nada comparado con lo que estaba sintiendo al verla llorar en los brazos de otro hombre. Con lo que sentiría al verla con alguien más, sabía que eso iba a desgarrar mí corazón.
Subí al auto y conduje hasta el hotel, cuándo llegué bajé del auto y me encamine a la entrada. Un sujeto de apariencia extraña llamó mi atención, se veía nervioso y caminaba de un lado a otro con un sobre en sus manos. Me acerqué a él y su reacción fue retroceder, o estaba en problemas o era un traficante.
—No soy un policía, sólo me intriga saber a quién está esperando
—Eso no debería importarle... Tal vez si—Parecía confundido, frunci mi ceño al verlo discutir consigo mismo—¿Usted vive aquí?
—Si, así es—Guardé la llave del carro en mi bolsillo trasero—¿Porqué?
—Dele esto a... Dejé esto en la suite presidencial #1—Esa era mí habitación, la de mí madre y la mía—Dígale que no pude hacerlo, no pude
—¿No pudo hacer que?—Tomé su brazo para impedir que se fuera—¿No pudo hacer que?
—Violarla, no pude. Esa muchacha... Su mirada va a perseguirme, no pude
Huyó.
Hecho una furia entré y me dirigí al ascensor, presioné el botón de la suite. Ella... Ella, sólo pensarlo me dieron náuseas, Leah casi se suicidaba. Todo lo que estaba suciendo era por su culpa, ella me había empujado a renunciar a Leah por algo que ella misma había hecho, mi madre había empujado a mí novia al suicidio y yo creía que era mi culpa. Cuándo el ascensor se detuvo caminé hasta su habitación, ella hablaba animadamente con Natalia. Abrí la puerta de golpe y tiré el sobre a su lado.
—Jamás creí que fueses capaz de jugar con la vida humana, ¿Cómo pudiste ser capaz de pagarle a un tipo para que la violara, mamá? ¡¿Acaso la vida de los demás es un maldito juego para ti!?
—No es mí culpa que esa niña sea un desquiciada
—¡Hablamos de una maldita violación, mamá! No hablamos de que planeaste un mal entendido entre ella y otro tipo, no hablamos de que hiciste que borrarán su cuenta de instagram
—Deja de tomarte las cosas tan a pecho, Juan Luis. No es mí culpa que esa niña tenga una mente tan débil
No quise escuchar más, salí y bajé en el ascensor. Conduje hasta su casa, estacioné al llegar. Me tomé unos minutos para respirar y pensar en que decir, cuándo creí estar listo bajé y me dirigí a la entrada, toque la puerta y preparándome para verla abrir la puerta suspiré pero no era ella y eso se sintió jodidamente mal.
—¿Que haces aquí?—Yo tampoco estaba feliz de verlo considerando que abrazaba a mi chica cómo si le perteneciera—
—Necesito hablar con ella—Intenté entrar pero colocó su cuerpo de manera que no pudiera hacerlo—Quítate
—Ella ha tenido suficiente de ti, se acabó. Déjala sanar, ¡Déjala en paz de una maldita vez! Entiende que se acabó, que no puedes irte y volver cuándo se te de la gana y las veces que quieras, ella sufre, maldito imbécil. Renunciaste a ella, déjala en paz o me veré forzado a hacértelo entender a golpes
—Dile que...
—No le diré nada, lárgate y no vuelvas, maldito idiota
—Dile que todo sobre la violación fue falsa, no ocurrió...
—¿Y eso que? Le arruinaste la vida, desde que llegaste sólo la has hecho sufrir. Lárgate de una maldita vez, desaparece y déjala ser feliz
—¿Con quién, contigo?—Reí carente de humor—
—Pues, si—Tenía una maldita sonrisa que quería quitársela a golpes—Resulta que le has dado el empujón que necesitaba para darse cuenta que me ama—Sonrió de lado—Entiendo por qué no puedes alejarte de ella, es toda una fiera—Tomé su camisa, estaba a punto de matarlo—¿Que? ¿No soportas la idea de que Leah sea de alguien más? Debiste pensar en eso antes de dejarla ie, imbécil—Me empujó—
De la nada su puño impactó mi mandíbula, retrocedí limpiando la sangre en mí labio. El maldito golpea fuerte, escupí la sangre y golpeé su estómago. Me devolvió el golpe y me dio en el ojo, era mí turno y mí golpe dio justo en su mandíbula. Él retrocedió y se apoyó en la puerta, yo me apoyé en el barandal de las escaleras.
—Buena suerte recuperándola, cantantico de quinta
Cerró la puerta.
Me cerro la oportunidad de recuperarla.
Mí maldita oportunidad de arreglar las cosas.
Cerró todo para mi.
Hola, hola. Espero que disfruten el capítulo, cómo lo había dicho estoy intentado no bloquearme tanto para que los capítulos no se tarden tanto. No quiero alargarme mucho, disfrútenlo
Besos y aplastantes ✌💜
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No Me Olvides
FanficNo importa el camino que decidamos, ni adónde vayamos. Si el destino así lo quiere, nos volveremos a encontrar