Capítulo 2

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Cuando entraron en el edificio vio que no era muy diferente al exterior, salgo por el hecho de que había más estudiantes dentro conversando entre ellos o haciendo las tareas en el suelo, incluso unos estaban con guitarras o instrumentos musicales más pequeños, llegaron hacia lo que era la oficina de la directora y la secretaria dejo pasar a sus padres al ver su apellido en la lista de espera.

– Buenos días directora Francesca

– Buenos días señores Dupain-Cheng – eso fue lo único que escucho Marinette mientras la puerta se cerraba, en lo que pasaba el tiempo veía a los alumnos ir y venir por el pasillo, algunos de ellos la saludaban y otros estaba hablando con sus amigos o escuchando música a través de sus audífonos de casco.

– Cariño – levanto la mirada del suelo para mirar a la puerta, sus padres estaban hay indicándole que se levantara, lo hizo colocándose al lado de su madre.

– Así que ella será nuestra nueva estudiante – dijo mientras veía a Marinette de pies a cabeza, estaría nerviosa de no ser porque la directora tenía una dulce sonrisa en el rostro – ¿Tu diseñaste ese conjunto?

– Si directora

– Creo que tenemos a la próxima Gabriel Agreste aquí presente, déjame darte la bienvenida a L'Académie Prodige, Marinette Dupain-Cheng eres nuestra nueva estudiante – al escucharla Marinette y sus padres sonrieron enormemente, la directora les dio un recorrido por la enorme escuela, descubrió que el último piso era mitad almacenamiento de materiales de pintura e historia y la otra mitad era el salón de bailes mixtos, para finalmente volver a la oficina de la directora donde le dieron a Marinette los uniformes, había uno adicional que era el de las clases de deporte, una camisa blanca que según la directora podía decorar como quisiera, un pantalón rojo tinto, al parecer ese era el color que identificaba a la escuela, y una chaqueta rojo tinto con líneas blancas.

Al final volvieron a casa después de que le entregaran su horario y los libros que usaría durante todo ese año, cuando llegaron a casa ayudo a sus padres con la panadería un rato y luego volvió a su habitación colocando la camiseta en blanco junto a su máquina de coser pensando que pondría en ella.

– ¿Qué te pareció la escuela mari? – Pregunto Tikki saliendo de su bolso mirando a la azabache diseñando algo en su libreta.

– Es increíble Tikki, no hay chicos intimidando a otros, se molestan entre ellos pero son bromas tolerantes, vi a unos jugando verdad o reto y otros jugando con una especie de papa que los electrocutaba

– Menudo invento de juguete, parece que será divertido que vayas a esa escuela – Marinette asintió mientras se sentaba en su silla para ir a su máquina de coser, se tardo varios minutos pero finalmente termino, había bordado su nombre junto con las iníciales de su apellido en la parte de atrás de la camiseta y había cosido varios bordados que ya tenía, eran unas pequeña catarinas con algunas flores – te quedo genial Marinette

– Gracias Tikki, ahora las clases empiezan en una semana así que debo empezar a acostumbrarme a despertarme temprano porque las clases empiezan a la ocho en punto, lo que significa que debo cenar e irme a dormir de inmediato

– Ese es el espíritu Marinette – dijo mientras veía a su portadora tomar su pijama para meterse a bañar y después volver cambiada, estuvo conversando con Tikki todo lo que había visto en la academia puesto que su kwami no había podido salir de su bolsa, después de cenar subió a su habitación para cepillarse los dientes e irse a dormir.

Cuando paso esa larga semana Marinette se despertó el lunes unos minutos antes de que sonara su despertador y rápidamente se cepillo los dientes, se puso el uniforme y se peino, al no poder llevar su bolso pequeño había cosido unos bolsillos en el interior del saco y Tikki se metió dentro de este y después de asegurarse de que tenía todo en su bolso guardo su teléfono dentro de este y se puso sus zapatos bajando la escalera.

Miraculous Ladybug: Un Nuevo InicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora