Miraculous Ladybug: Un Nuevo Inicio

Capítulo 11

Las manos de Kagami estaban temblando pero no porque estuviera llorando, estaba completamente enojada, no con su padre ni con su madre, sino con su abuelo, ¿Cómo podía el ser tan egoísta como para hacer que sus padres se separaran? En este momento agradecía no estar en Paris como para que Hawkmoth la akumatizara otra vez. Poco a poco fue calmándose y escondió la carta con él sobre dentro de su maleta, más abajo en la carta había una dirección y un número de teléfono, probaría suerte una vez volviera a estar en París y ver si el numero y la dirección eran correctas.

Cuando su madre la llamo para que bajara a almorzar salió de su habitación, quien converso más en la mesa con ella y su madre fue su abuela, Daichi se había quedado callado observando a su nieta, Akane le pregunto de todo a Kagami, hasta que llegaron a un tema que le intereso mucho al hombre.

– Dime Ami-chan, ¿Hiciste amigos en Paris?

– Bueno la verdad si, en la escuela a la que voy tengo un grupo de amigos, somos cuatro chicas y un chico

– Qué bueno cariño ¿Has salido mucho con ellos?

– Si abuela, a veces ellos van a mis practicas de esgrima pero cuando tenemos tiempo libre salimos al parque o a la pista de patinaje – Akane sonrió al ver la ilusión en los ojos de su nieta.

– ¿Patinaje, salidas al parque? – Pregunto Daichi – no deberías perder el tiempo en cosas como esas, un Tsurugi es un esgrimista Kagami, deberías saberlo ya

– Si abuelo, lo siento – una vez termino de cenar fue a su habitación para acostarse en su cama mirando el techo de su habitación, estaba tratando de pensar como encontraría a su padre cuando su teléfono sonó, rápidamente lo tomo al ver que eran mensajes de su novia empezó a contestarlos con una sonrisa en el rostro, aun estando lejos Marinette conseguía ponerle una sonrisa en el rostro.

Los días pasaron y la navidad poco a poco empezó a acercarse, Kagami tenía toda la libertad de salir de su casa y pasar tiempo afuera en su ciudad, su abuelo no estuvo de acuerdo en esto pero su madre le dio permiso ya que tenía la edad suficiente como para cuidarse sola, además ella también quería que su hija estuviera el menos tiempo posible cerca de Daichi.

Mientras paseaba por las calles repletas de Japón observaba los aparadores, quería algo que fuera especial para enviarle a Marinette como regalo de navidad pero no estaba muy segura de que darle, Marinette era una chica increíble, era dulce, generosa y muy amable, debía de encontrar el regalo perfecto.

– Vamos Kagami piensa, ¿Telas? No, demasiado predecible, ¿Una máquina para coser? Tampoco, la suya aun funciona y la cuida con su vida, las joyas no son una buena idea, ella no las utilizaría seguido – siguió caminando por las tiendas sin tomar una decisión hasta que se detuvo en una tienda en particular, era una tienda de manualidades, entonces recordó una conversación que tuvo con Nathalie, a quien Marinette consideraba su tía.

Flash Back

– No tengo la menor idea sobre que regalarle a Marinette en su cumpleaños – dijo mientras colocaba sus brazos sobre la mesa y apoyaba su cabeza en ellos, Nathalie la miro con una sonrisa,

– Marinette aprecia los pequeños detalles pero siento que te estás estresando demasiado, su cumpleaños es hasta el próximo año

– Lo sé, pero debo pensar bien en que regalarle, no sé si en su cumpleaños se realizara algún torneo de esgrima y no quiero que se sienta mal por no estar presente – Nathalie le acaricio el cabello haciendo que la ojimiel la mirase.

– Créeme cuando te digo que Marinette apreciara cualquier regalo que le des Kagami, mi sobrina te ama tanto – las mejillas de Kagami se colorearon mientras veía a Marinette jugar en el parque con algunos niños, en la academia les habían dado la tarea de crear juguetes y ropa para llevarles a los niños de un orfanato y a Marinette se le había ocurrido llevarlos al parque, los niños adoraron de inmediato a la azabache y en el parque se habían encontrado con Nathalie, quien estaba en su día libre.