Capítulo 5

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Cuando terminaron su almuerzo cada uno se fue a su clase particular, con excepción de Kagami que fue a la de Marinette, la profesora no tuvo problemas ya que Marinette le había explicado que ella era su modelo.

– Sabes Kagami, ¿Puedo hacerte un traje nuevo de esgrimas? Claro solo si tu quieres

– Estaría más que feliz de poder usar una de tus creaciones Mari-Hime – dijo mientras dejaba que la ojizarco tomara sus medidas – Si supiera lo bonita que se ve cuando se concentra – pensó mientras le sonreía, cuando Marinette la miró le guiño un ojo provocando que se sonrojara, así pasaron los días hasta que llego el fin de semana, Kagami estaba en su habitación arreglándose.

Había decidió vestirse con una blusa blanca de botones, encima de esta un suéter rojo, una falda negra suelta que le llegaba unos centímetros sobre la rodilla, medias negras largas que cubrían más allá de las rodillas y sus zapatos de siempre, era un conjunto que Marinette había diseñado para ella y lo usaría con gusto.

Bajo las escaleras de la casa para ir hacia Hatsu, su madre estaba trabajando pero le había dado órdenes al auto, recogería a Kagami y la llevaría hacia donde se encontraría con sus nuevos amigos hasta las siete, a menos que ella se quisiera ir más temprano, subió al auto y este la llevo hasta la casa de Marinette, donde la ojizarco la esperaba en la puerta de la panadería, los chicos habían acordado un lugar y estaba algo lejos pero era uno de los mejores parques de parís.

Marinette le sonrió y entro en el auto cuando este se detuvo, estaba vestida con una chaqueta celeste, debajo de esta una camisa sin mangas de color blanco, un short negro, medias pants de encaje rojo que formaban rosas, finalmente unos botines negros y como último adorno traía un bolso de costado negro, traía un ligero maquillaje pero lo que resaltaban eran sus labios rosados.

– Hola Kagami – en una de sus manos traía la bolsa donde tenía las galletas, el viaje duro unos cinco minutos donde ambas estuvieron charlando, Marinette le enseño el diseño de su nuevo traje de esgrima, le resultaba increíble que en ese bolso entrara la libreta de diseños de Marinette, después de darle el buen visto el auto se detuvo.

– Hemos llegado señorita Tsurugi – hablo mientras abría la puerta del lado izquierdo, Kagami salió y ayudo a Marinette a salir, el auto se fue después de recordarle a Kagami a la hora que pasaría a buscarla, las chicas estuvieron buscando un rato hasta que vieron a sus amigos sentados a la sombra de un árbol, no fue difícil reconocerlos, Sailor era una rubia platinada, Carol morena y Joshua pelirrojo.

Fueron hasta ellos sentándose en la manta que había traído, Kagami trajo consigo algunas bolsas con frituras, Joshua se encargo de traer la manta y las bebidas mientras que Carol y Sailor la comida y un pequeño reproductor para escuchar música, cuando terminaron de comer probaron las galletas de Marinette y no hacía falta decir que se enamoraron de ellas.

– Sumamente deliciosas – dijo Carol mientras se recostaba en la manta.

– Concuerdo con Carol, dios mío, iré más seguido a la panadería de tus padres – hablo Sailor mientras hacía lo mismo que su amiga, las mejillas de Marinette estaban rojas de vergüenza.

– Te dije que amarían tus galletas – la codeo Kagami mientras recostaba su cabeza en el regazo de Marinette, la ojizarco le sonrió mientras le daba una galleta a Kagami y tomaba otra para ella, al terminar de comer guardaron las cosas y botaron las botellas y las bolsas de las frituras mientras se recostaba en la manta, habían cambiado de lugar para que pudieran ver el cielo y buscar formas en las nubes.

– Esa de allá parece una estrella – dijo Joshua.

– Joshua para ti todas parecen estrella o círculos – al escuchar a Carol las demás empezaron a reírse.

Miraculous Ladybug: Un Nuevo InicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora