Miraculous Ladybug: Un Nuevo Inicio

Capítulo 10

Marinette y Kagami estaban acostadas en la cama de la ojiazul durmiendo tomadas de las manos y juntando sus frentes, Sabine había entrado en la habitación al escuchar el silencio y al ver que ambas se habían quedado dormidas les puso una manta encima y le aviso a la madre de Kagami, la cual acepto que su hija se quedara a dormir a casa de su pareja ya que seguramente estaba cansada.

Cuando Sabine abandono la habitación Tikki salió del armario viendo a la pareja con una sonrisa, pero en ese momento algo increíble paso, debajo de la palma de la mano de Marinette y Kagami algo brillo dejando ver en ellas unas letras japonesas, las letras estuvieron hay unos segundos y luego desaparecieron, la kwami estaba completamente sorprendida al ver esto pero luego sonrió y fue a esconderse para poder dormir.

A la mañana siguiente la primera en despertarse fue Kagami, ella desvió la mirada hacia abajo y sonrió mientras abrazaba más hacia ella el cuerpo de Marinette, su dulce princesa estaba durmiendo mientras la abrazaba con su cabeza sobre el pecho de Kagami y una pierna sobre el regazo de esta, busco su teléfono y les tomo una foto para después reírse un poco al verla, esa iría directo a ser su protector de pantalla. Al sentir como Marinette se movía en sus brazos dejo de lado de teléfono para volver a abrazarla.

– Mmhh – Marinette abrió un poco sus ojos para acostumbrarlos a la poca luz que entraba por el tragaluz sobre su cama, escondió su rostro en el cuello de Kagami aspirando el aroma de su novia, Kagami acaricio la espalda de su novia haciéndola sonreír – si sigues haciendo eso me quedare dormida de nuevo – Kagami se carcajeo al escucharla y le dio un beso en la coronilla.

Ambas se levantaron y tuvieron su turno en el baño para cepillarse los dientes, Kagami se cambio de ropa, ya que tenía algunas prendas en la habitación de su novia al igual que Marinette tenía en la suya, una vez cambiadas bajaron para poder desayunar, por suerte Tom y Sabine estaban atendiendo la panadería y les habían dejado unos hot cakes listos.

Después de un buen desayuno Kagami se fue en cuanto Tatsu paso a buscarla, Marinette corrió a su habitación encerrándose en esta y colocó música, de esa forma sus padres sabrían que estaría ocupada diseñando y no iban a interrumpirla, tenía una idea para hacerle un regalo a Kagami y no iba a dejar que se le escapara.

En cuanto llego a su hogar Kagami fue recibida por su madre lista para uno de sus entrenamientos diarios, aunque desde que salía con Marinette estos se habían reducidos a ser pocos.

– ¿Ya empacaste para irnos a Japón? – Pregunto Tomoe mientras atacaba con su bastón a Kagami y ella se defendía.

– Si madre, empaque lo necesario para el tiempo que estaremos en casa de mis abuelos

– Bien, ¿Marinette sabe que iras a Japón?

– Si madre, la voy a extrañar mucho, hay algo que debo decirte – evito un ataque agachándose y logro tocar a su madre, lo que hizo que Tomoe se detuviera.

– Esa noticia te dio la inspiración para poder marcar un punto ¿Qué debes contarme Kagami?

– Madre, el día de ayer le pedí a Marinette que fuera mi novia y me dijo que si – al escuchar la emoción en la voz de su hija Tomoe no hizo más que sonreír, sabía que esa chica era lo mejor que le pudo haber pasado a su hija, era dulce, honesta y parecía que su amabilidad no tenía limites, pero aparte de eso podía ser muy testaruda cuando se proponía algo y siempre apoyaba a los demás.

– Pienso que es digna de llevar el apellido Tsurugi una vez te cases con ella – las mejillas de Kagami se pusieron al rojo vivo al escucharla.