Capitulo 17 - Garret

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Daniel POV.

-¿Y si está roto? –inquiere seriamente.

-¡¿Cómo va a estar roto?! –exclamo, sin poder contener mi risa.

-¡No llora! –Exclama, moderando su tono de voz-. ¡¿Lo has escuchado llorar alguna vez?! ¡Solo está ahí! ¡Míralo!

Brant realmente parece espantado.

Por otro lado, el pequeño Dannt está sentado en el sofá, mirándonos fijamente a ambos, con el chupete en la boca, y una cuchara de plástico que ha sido su juguete favorito desde hace dos días.

-Cállate –exclamo-. Lo vas a espantar.

-¡Ojala! –a pesar de que está "gritando" su tono de voz es moderado-. ¡Al menos veríamos una expresión!

"O sea, me despierto, y si él está despierto, solo ahí mirándome fijamente.

"No avisa si tiene hambre, o si se hizo pipi o si quiere que lo carguen.

-¡Es un bebé! –me rio.

-Si, Daniel –dice él, un poco más serio-. Pero no está bien, eh. Debería hacer algo más. ¿Deberíamos llevarlo al doctor?

-¿En que momento te volviste hipocondriaco?

Se ríe.

-Eres un estúpido.

-No digas malas palabras.

-Lo lamento –sonríe-. Sigo creyendo que algo está mal con él.

-O quizá algo está bien. Y solamente es un niño tranquilo, calmado, maduro, estable, y con autocontrol emocional. Algo completamente contrario a ti.

Pone los ojos en blanco.

-Quizá se parece a ti –me dice.

-Ojala –exclamo y le doy una nalgada-. ¿Ya estás listo?

Coloca sus manos sobre su cintura, mira al techo por un par de segundos y suspira.

-Andando –le digo y coloco mi mano sobre su espalda.

Vamos directamente al laboratorio, en donde nos entregarán los resultados de la prueba de paternidad.

También nos entregarán los resultados de los estudios sanguíneos que le hicieron al bebé.

Tomo a Dannt en brazos, y se acopla fácilmente mientras lo envuelvo en una cobija que compramos el día de ayer.

Brant se pone el abrigo y me abre la puerta para salir.

Y después se adelanta para abrirme el coche.

Una vez en el interior Dannt busca zafarse de la cobija para poder mirar a través de la ventana.

-Siento que se nos olvida algo –dice Brant en cuanto entra.

Repaso mi lista mental.

-¿Traes el agua para los biberones? –me pregunta.

-Si –contesto-. Lo que ya no teníamos era formula. Tenemos que pasar a comprar.

"Le toca comer dentro de tres horas.

-¿Te dije que el doctor dijo que ya podíamos darle papilla?

-Sí, lo mencionaste. Pero te dije que no confío en las papillas comerciales, que nos esperaremos para comprar la cosa esa que hace papillas caseras.

-Cierto –Brant pone el coche en marcha-. Tenemos que comprar...

-Muchas cosas –continuo su frase.

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