Capitulo 19 - Támesis

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Daniel POV.

-¿Puedo preguntar que es todo esto? –inquiero con una sonrisa en los labios después de que el chofer pone el coche en marcha.

-Si –se limita a contestar él mientras acomoda a Dannt sobre sus piernas.

-¿Y...? ¿Qué es todo esto?

Brant voltea a mirarme y sonríe.

-Una sorpresa.

-Brant –replico-. Dijiste que si podía preguntar.

-De que puedes, puedes. Pero no te voy a contestar.

Pongo los ojos en blanco.

-Estoy poniéndome de mal humor –le digo.

-No es cierto –replica, y lleva su mano hasta mi mejilla para apretarla con sus dedos.

Mi expresión no mejora.

Así que se inclina y me da un beso en la frente.

-Ya, tranquilízate –continúa-. Solo es un paseo por Londres. Disfrútalo.

No me convence.

Pero no cederá.

Así que tengo que limitarme a hacer lo que me dice: disfrutar.

Es, literalmente, un paseo por Londres.

Ya lo había hecho antes, con Brant. Pero esta vez es muy diferente.

Porque está el a mi lado, mostrándome su ciudad. Contándome anécdotas sobre los lugares por donde pasábamos.

Y haciéndome una promesa:

"Un día regresaremos, y podremos disfrutar todo esto sin la necesidad de escondernos".

Yo le aseguré que estaba feliz. Que estaba disfrutándolo. Con él. Y con Dannt.

Por cierto, también trajo unas botellas de vino, quesos y aceitunas.

-¿Tienes hambre? –me pregunta.

-Un poco, si –admito.

El reloj marca las cuatro de la tarde.

Dannt ya está tomando su biberón, y a nosotros también nos toca comer.

Brant sonríe.

-¿Regresaremos a casa o compraremos algo?

-Ninguna de las dos –responde.

-Brant –replico. Exigiendo que al menos me responda alguna de mis preguntas.

-Ya vamos a llegar –se limita a decir.

Así que vuelvo mi vista a la ventana.

Nos estamos acercando al río Támesis.

No es como que conozco el lugar como para saberlo, es porque literalmente a unas cuantas calles se encuentra el borde del rio.

Y cuando creí que daríamos vuelta, no lo hace. Sino que se detiene. Frente al rio.

Volteo a los lados; no parece haber un lugar en donde podamos comer aquí.

Pero el chofer baja del auto y nos abre la puerta.

-Caballeros –nos dice.

Y Brant baja.

Así que tengo que seguirlo.

El chofer se coloca frente a nosotros y nos pide amablemente que lo sigamos.

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