Protected.

Capitulo 18 - Sorpresa

Daniel POV.

-Creo que no es buena idea –digo entre gemidos mientras continua besando mi cuello y desabrochando mi camisa.

-Si lo es –replica, sujetando mis glúteos con fuerza.

-¿Y si despierta?

-Se acaba de dormir –dice, y regresa a mis labios-. Tenemos que aprovechar estos ratos a solas.

-Está en la otra habitación.

-Bueno, no hagas ruido –y sin dejarme responder vuelve a unir nuestros labios.

Dannt se acaba de dormir hace como quince minutos, y a Brant se le hizo buena idea tomarnos un poco de privacidad.

Así que nos encerramos en nuestra habitación, dejándolo a él perfectamente protegido dentro del porta bebé.

-Que sea rápido –mascullo.

Y me dejo llevar.

Porque la verdad estoy demasiado caliente, y necesito de Brant ahora.

-Trataré –gime.

Y continúa besándome con desesperación.

Le quito la playera rápidamente y coloco mis manos sobre su espalda desnuda.

Eso arranca de él un jadeo de placer que lo hace perder el control.

-Date media vuelta –ordena.

Y sin esperar a que yo reaccione él toma mi cintura y me obliga a inclinarme, recargándome contra la pared.

Me baja el pantalón de un tirón, y junta su pubis a mí. Dejándome sentir su erección contra mis glúteos.

-¿Tienes lubricante? –le pregunto, jadeando.

-No lo necesito –asegura.

Y siento sus labios sobre mi espalda baja, descendiendo por mis glúteos.

Comienza a humedecerme, desesperado.

Haciendo que cada partícula de mis músculos se active.

Tensando todo mi cuerpo.

Disfrutando de los movimientos de su lengua y las caricias de sus manos a mis muslos.

Después de varios minutos se pone de pie, y antes de que pueda quejarme me sujeta de los hombros y me obliga a ponerme de rodillas.

Está completamente desnudo.

Llevo mi mirada desde sus pantorrillas hasta sus ojos.

Los cuales me miran fijamente, llenos de deseo.

Coloca su mano sobre mi cabeza y yo llevo mi vista hacia su miembro.

Está semí erecto, pero tiene un tamaño exquisito.

Así que lo sujeto con mi mano y coloco la punta entre mis labios. Saboreándolo poco a poco.

Brant está frenético, y no tiene tiempo para disfrutar mis movimientos lentos, así que enreda sus dedos en mi cabello y me obliga a introducir la mayor parte de su miembro en mi boca.

-Mójalo –me ordena.

Y lo humedezco lo más que puedo con mi lengua, antes de que me obliga a ponerme de pie mientras tira de mi cabello.

Sujeta mi cintura con su mano, y me besa en los labios desesperadamente.

Segundos después me obliga a darme media vuelta de nuevo, se inclina y vuelve a humedecerme a mí, esta vez no solo utilizando su lengua, sino también sus dedos.