Encono

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Encono: Rencor hacia una persona

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Encono: Rencor hacia una persona.


Éste no es un sueño; su subconsciente se lo hizo saber, le explicó que se trataba de un recuerdo antes de cerrar los ojos.

Tampoco estaba muerta, ni en coma, sólo sufrió un desvanecimiento corporal y mental donde se pierden las fuerzas y la razón, lo cual no le fue novedoso pero sí la peor decaída que nunca pudo tener.

No hubo tiempo para despertar ni cuestionar lo que pasaba con ella, ahora le era imposible escapar del dejavú que gobernó su mente, con las voces de éste retumbando cuan eco en aquella oscura guarida.

La silueta de un hombre se fijó en medio de la luz blanca de todo el panorama: sus cabellos de color azul menta, combinado con sus ojos y su fachada de punk, el chico que marcó su vida por un tiempo hasta convertir los bonitos recuerdos en despiadadas pesadillas.
Ahí estaba frente a ella de nuevo, observándola con quietud en cada centímetro de su cuerpo pero su semblante no portaba perversidad, sino sorpresa, una sorpresa incomparable que jamás se vió reflejada en su rostro masculino; ella no entendía por qué la miraba de esa forma si no tenía nada interesante por encima...
¡Pero claro! La única cosa que podía ser apreciable es su broche azúl sobre su chaqueta, aunque no habría razón para cautivar a Luka tanto como lo estaba a no ser por su singularidad y belleza...

¿Lo curioso?
No estaba ahí.

Es decir, ¡su joya no estaba donde siempre, incrustada a su ropa! Lo supo con el tacto de sus dedos y su vista periférica al rededor de su cuerpo.
No la traía puesta, su Miraculous le fue arrebatado sin darse cuenta; eso no marchaba bien, sin Duuzu todo estaría perdido, viviría sola y desgraciada para toda su vida... Eso no estaba bien, nada de eso estaba bien.

Volvió sus ojos a Luka. Sus inmensas ganas de preguntar sobre su joya se reflejaban con impaciencia a través de sus oculares...

Pero ya no hizo falta preguntar.

Tuvo la respuesta frente a ella y le fue inevitable sentir confusión y miedo.
La mano del chico estaba extendida y en medio de su palma se encontraba su Miraculous intacto, agradecía a Dios por que estuviera sano y salvo.

Pero ¿por qué lo tenía él?
Al parecer se lo estaba ofreciendo o devolviendo, pero eso no descarta las cuestiones sobre tenerlo en sus manos, no le pertenecía a él, era de ella y de nadie más. No lo pensó dos veces antes de arrebatárselo para devolverlo a su lugar, ésta vez asegurándose de colocarlo correctamente y así evitar que se callera o se lo arrancaran.

—Espero verte pronto. —borró su faceta de asombro para regalarle un cumplido ridículamente absurdo.

—Pues sigue esperando. —le contestó con una mirada repulsiva llena de rabia e indiferencia. Si algo sabía bien es que no quería volver a encontrarlo, trataría de evitarlo a toda costa.

Dangerously [Peligrosamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora