Perfidia

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Perfidia: Deslealtad o maldad extrema

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Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.

Le costó demasiado trabajo despertar sin sentir algún dolor corporal. Nada le pareció compresible al abrir los ojos, estaba débil e indefensa en un lugar todavía no reconocido.
Su mente se tardó en procesar las cosas y lo que había pasado con anterioridad; estaba oscuro y hacía mucho frío. Además tenía un extraño e insoportable dolor en la nuca como si hubiese estampado contra el piso...

¡Pero claro!

El piso. Ella trató de escapar de él con sus poderes, ahora todo de reproducía como casete de música vieja.
Recorrió todo a su al rededor con la mirada y gracias al raciocinio concluyó que estaba en la guarida de Hawk Moth. ¿Por qué estaba ahí? En el piso, apenas despierta... Y al parecer encadenada.
Lo supo en cuanto trató de moverse hacia otro lugar y levantarse, pero sus manos estaban atadas tras su espalda en un tubo de fierro que nunca antes vió estando allí. ¿Estaba secuestrada?
No tenía sentido que lo estuviera y mucho menos en la casa de Adrien, por que esa guarida le pertenecía precisamente a él.

Pero no todo terminó ahí, las malas noticias salían sobrando igual que las dudas; lo que le provocó un mini infarto cuando se observó de cuerpo completo y notó que su Miraculous no estaba con ella.
No podía ser eso posible, no se tragaba la idea de que tal vez pudo caerse antes de llegar o que se había vuelto a perder... ¡No, no, necesitaba su Miraculous!
Ninguna otra cosa le importó más que saber su paradero, ya no se preocupó por lo que le sucedía, (claro, conocía perfectamente la razón del porqué y cómo llegó allí, inclusive estar encadenada) pero si Duusu no le hacía compañía probablemente moriría de un colapso mental.

—¿Buscas ésto? —los latidos acelerados de su corazón aumentaron la velocidad cuando esa voz femenina irrumpió con su búsqueda.
Instintivamente buscó al emisor de aquél sonido delicado entre la oscuridad abundante, al principio le costó algo de trabajo, pero dió con un pequeño brillo azúl que alguien sostenía en manos al paso de la poca luz.
Sin duda alguna, era su broche, la luminiscencia de éste dejó que la dueña lo reconociera en un santiamén. Eso no significa que debía sentirse aliviada, la nueva incógnita es ¿Quién era aquella persona que le arrebató su precioso tesoro y qué demonios hacía en la guarida? 

Dangerously [Peligrosamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora