—Primero que nada, hay varias partes detrás de esta historia que deben ser respondidas —comienza el mago.
—Tal vez, con tu ayuda, mago, logre encontrar la mejor manera de vengarme de ese hechicero... —murmura Tanaka Sachi apretando sus puños—. No ha traído libertad, sino desesperación...
El pequeño niño niega con la cabeza.
—Nuestro objetivo no es la venganza, hermana —Kichiro luce preocupado.
Gabriel suelta un suspiro, no está seguro de si revelar lo siguiente sea bueno o malo. Probablemente lo último.
—"El hechicero de la libertad" no fue el culpable, él solo intentaba hablarles sobre su religión, sin que nada malo ocurriese y es muy probable que, si nadie hubiese interferido, las cosas solo habrían estado agitadas dentro del pueblo por unos días. Hacer que se marche tampoco era complicado después de todo, cualquiera tendría miedo si supiera que se enfrenta a un dios.
Gabriel les habla sobre su encuentro con Saburo y todo lo que le contó y aprendió de él. La sacerdotisa parece más que furiosa una vez finaliza.
—Voy a matarlo —dice ella—, voy a matar a Saburo, esa será mi venganza.
Pero su hermano no tarda en replicar.
—No queremos venganza, onee-san, sino solucionar esta situación.
Inesperadamente, ella parece comprender. A pesar de que es muy difícil para ella dominar su furia, no contradice a su hermano.
La mirada de Kichiro se fija en Gabriel.
—No necesita ocultar que algo lo aqueja, mago.
—Así que lo sabe... no esperaba menos de un dios. Pero aún no puedo afirmar nada, no hasta que termine de unir las piezas faltantes...
De repente, Sachi interviene sobresaltada.
—¡¿Qué pretendes, mago?!
—Primero escucha todo lo que hay que decir —Gabriel no cambia su tono despreocupado, pero hay una mayor seriedad en su voz—. Al final tendrás que tomar una decisión; necesitaremos tu ayuda, después de todo y no queremos que sea algo precipitado —lo cierto es que Gabriel está conteniendo sus emociones.
A la sacerdotisa no le da buena espina todo esto.
—Puede comenzar, Gabriel —dice Kichiro.
—Es lo que haré —suelta un suspiro—. Primero, quiero que respondan ante mis deducciones sobre lo ocurrido en este pueblo y podré decirles como finalizar con esta historia. No es nada personal, solo es nuestro reglamento.
—Supongo que no puedo negarme... —comenta la sacerdotisa con cierto enojo contenido.
—Tras aquel día, cuando ustedes decidieron marcharse del pueblo... Es probable que la sacerdotisa no lo sepa, pero... ¿por qué de todos los lugares, Kichiro, decidiste volver aquí, a las tierras en las que vivían siglos atrás?
—¿Eh...? —dice Sachi, más que sorprendida—, ¿estas tierras... son familiares para nuestros antepasados? ¿Cómo lo sabes?
—Usando magia no es difícil conocer a que lugares está ligada cada persona... Pero esa no es la cuestión, lo que en verdad me intriga, es que estás tierras también son infértiles. ¿Acaso no era tu intención buscar un lugar que fuese todo lo contrario, Kichiro?
La sacerdotisa observa más que intrigada a su hermano.
—Sabía qué hace siglos, nuestro pueblo se marchó en busca de un nuevo lugar donde vivir, pero no tenía idea de que se trataba de este mismo pueblo... ¿Por qué nunca me lo dijiste...?
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El Dios Rechazado (Finalizada)
Fantasi"Tienes que ser una niña buena, una que pueda otorgar esperanzas a todos a su alrededor. A pesar de que las cosas solo empeoren y el mundo no demuestre más que odio para ti, debes ser capaz de seguir adelante" esto es lo que le dijo su madre en sus...