Estaban tan acostumbrados a estar cerca el uno del otro, que no habían notado que había una gran pared en medio de ellos.
¿Qué sucederá cuando la pared caiga y se den cuenta que se desean más de lo que se pueden permitir? ¿Se abrirá el infierno par...
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Mi corazón se ha detenido en paro, mi cerebro ha quedado inútil, no coordina que tengo que sacarla de la bañera, pero mi cuerpo no se mueve, por fin lo logro, doy el primer paso y luego el siguiente hasta llegar a pocos centímetros de la blanca cerámica, Valeria sale de la bañera en busca de aire.
Respiro, y mi corazón vuelve a latir de nuevo, ella parpadea sorprendida, creo que lo último que esperaba era mi llegada, y yo ahí como un idiota sin saber que hacer.
—¿Qué haces aquí?— Pregunta después de entrar en razón.
—¿Qué estabas haciendo?— Contesto con otra pregunta.
—Tomando un baño largo ¿Por qué? ¿Porque viniste?
—¿Estás bien? Laura me envió un mensaje y me preocupe por ti, no sé qué pasó y está escena es del todo terrible... Pensé muy mal...
—¿Qué escena?— Se levanta para mirar pero al parecer no entiende hasta que ve las manchas de sangre y vino en el suelo —¿No habrás pensado que yo me hice daño? ¿O si?
—No te conozco— Digo con mucho a mi pesar —Al final no sé cómo reaccionaras con cada situación, además solo vine por un mensaje confuso sin ninguna información, y al final no sé nada de ti...
Ella se ve un poco dudosa, y entonces me invita a entrar con ella en la tina, pero recuerdo los vidrios cuando doy un paso atrás, así que primero fui por los útiles de aseo para recoger el desorden, ella me mira complacida, al salir y entrar nuevamente en la habitación puedo observarla con más detenimiento sus ojos aún están hinchados, lloró por largo tiempo.
Cuando al fin termino de limpiar el piso, me empiezo a desnudar, y ella no disimula en como me observa, lo que me hace reír y a la vez sentirme algo avergonzado, no recuerdo nunca haber sido la inspiración de tan bajos deseos ¿Cómo fue que me llamó antes? Ah, sí, Ninfo... Soy todo un sireno, siendo el objeto de observación entonces me quito mis pantalones más despacio, al ritmo de una canción imaginaria... Poco a poco quedo desnudo y entro en su compañía, me recibe con un beso lleno de deseo, qué tonto... No era el sireno, era el pobre marino hipnotizado por la sensual sirena que ahora terminará con mi vida en lo profundo de las aguas después de entregarme en cuerpo y alma.
Dejo que mis manos acaricien su cuerpo perlado por el agua, y sus curvas se deslizan por mis dedos, me besa, es un beso hambriento, pierde la calma y me aprieta entre sus brazos, siento su inseguridad atravesar mis huesos, aunque sus manos dirigen las mías a su entrepierna, pero no la sigo, me detengo, y deja de besarme confundida, no tendrá lo que quiere, no seré el fruto de una noche, quiero que entienda que puede estar conmigo toda la vida, si lo desea.
Me tomo mi tiempo, juego con su vientre plano, la giro para que se siente entre mis piernas, que note que mi deseo arde por toda mi piel, y mi entrepierna está más que lista para entrar en ella, pero no es una carrera, con ella será una maratón.