Capítulo 06

1.3K 178 39
                                    

Mean estaba impactado, aún sostenía el celular cerca de su oreja, no podía termina de procesar lo que Plan le había dicho, prácticamente gritado. ¿Qué se jodiera? ¿Por qué quería que hiciera eso? Sí hasta hace menos de una hora estaba suplicando por verlo.

—Me mando a la mierda... —dijo en voz alta.

—¿Quién? —preguntó Off, acercándose un paso al castaño.

—Plan... me dijo que me jodiera —contestó volteando a ver a su amigo.

—¿Y eso? —se cruzó de brazos el pelinegro con gesto aburrido.

—No lo sé... no entiendo nada —Mean seguía perplejo por la actitud del niño bonito.

—Bueno, ¿qué esperabas de un tipo como ese? —le restó importancia Off, cambiando su peso de un pie al otro.

—Esto no.

—Pero ya ves —en ese momento Off era de todo menos de ayuda.

—Creo que iré a casa de Title —anunció Mean. Sabiendo que Off no podía poner un pie en esa casa sin terminar con un balde de agua sobre su cabeza, cortesía de la señora madre de Title.

—Sabes que no puedo ir a allí —replicó el pelinegro enojado. 

—Cierto —fingió pensarlo el castaño—, ¿Por qué mejor no vas a ver a Gun? —Off se cruzó de brazos bufando.

—¡Si quieres que me valla solo dilo!

—Quiero que te vayas —le respondió automáticamente, él no había querido ser tan brusco, pero el pelinegro no se iría de otra manera.

—Insensible —le reprochó poniendo un puchero.

—Lo sé, soy malo —contestó tranquilamente mientras veía a Off hacerle una rabieta.

Decidió esperar a que se le pasara el ataque de histeria a su querido amigo tomando asiento de nuevo en la banca, observó el móvil en su mano y considero llamar a Plan, tal vez el rubio lo había confundido con alguien más y por eso le había gritado aquello. Volvió su vista a Off unos instantes antes de desistir, no entendía la reacción de Plan y necesitaba que alguien le aconsejara, ya había escuchado la respuesta del pelinegro frente a él, pero esa estaba más que influenciada por el cariño del mayor hacia el otro pelinegro mimado. Necesitaba de alguien que fuera imparcial. Desbloqueo el móvil y marco el número que se sabía de sobra.

—¿Aló? —contestó una voz adormilada.

—¿Estás durmiendo? —preguntó. Eran cerca de las cuatro de la tarde por lo que le pareció curioso.

—No, sólo descansaba los ojos —se quejó el muchacho al otro lado de la línea.

—Ajá. Como sea, voy para tu casa —Mean veía a Off caminar de un lado para otro balbuceando quien sabe qué, pues mezclaba el tailandes y el mandarín de una forma extraña entre oraciones.

—¡No estoy en mi casa! —le escuchó replicar rápidamente.

—¿Estás durmiendo en el parque? —respondió con sarcasmo. Cuando no escuchó respuesta, volvió a hablar—. Entonces llego en veinte minutos.

Terminó la llamada escuchando al fondo que el otro gritó algo, pero estaba demasiado revuelto como para poner atención a otra cosa más. Dirigió una mirada a Off, que ahora se encontraba parado frente a él luciendo una mueca en el rostro.

—¿Ya terminaste? 

—Creo que sí —contestó el pelinegro.

—Bien, ahora, si no te molesta, me voy —el castaño emprendió la caminata fuera del parque sin voltear atrás. Off, ahora más preocupado que molesto, se dejó caer en la banca y sacó su celular.

Fanático SensualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora