Capítulo 14 (Mi maldito pasado)

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Advertencia:
Mención de alcohol, drogas, estupefacientes, vocabulario vulgar, conducta y actos amorales.
Muerte de un personaje*


Plan estaba más que molesto, Gun lo había obligado a asistir a una fiesta diciendo que sería divertido y debería distraerse, él no estaba seguro de eso. NOIZ, uno de los últimos lugares en la tierra al que quería regresar. Sus ánimos estaban en la mierda desde la pelea con tuvo con Earth, el cual había vuelto a desaparecer. Perth y Gunnapat se mantuvieron al margen de la situación porque realmente no había mucho que pudieran hacer.

Al llegar al club, caminó rápidamente hacia la barra al otro lado de la pista, perdiéndose enseguida de la vista de sus amigos, observó con detenimiento el lugar donde solía pasar algunos de sus días hace casi un año atrás, solo algunos, por lo general prefería sitios menos lujosos que ese, esos en los que el dinero manda y se consigue con quien pasar la noche sin mucho esfuerzo. NOIZ no había cambiado en nada, pero estar allí se sentía diferente, tal vez era porque el que cambio había sido él.

Sin poner mucho interés en ese tema, pidió seis shots, tres de vodka y tres de whisky, se llevó el primero a los labios y se dispuso a beber, agradeciendo haber cumplido los 21 hace un par de meses atrás, ya que en esos lugares si se seguían las estúpidas leyes.

Lo único que quería en ese momento era olvidar el sentimiento de culpabilidad al llevar varios días evitando a Mean, porque a pesar de que el castaño le había dicho que lo que tenía que decirle no era malo, se sentía muy nervioso al respecto. Por eso tenía pensado embriagarse hasta perder el conocimiento, ¿qué podría salir mal?

Después de unos minutos notó los coqueteos sin vergüenza de un lindo chico en la otra esquina de la barra, y en un segundo cambiaron por completo sus planes. De un solo tragó se tomó todo el contenido de uno de los vasos como si de agua se tratara, levantó la mano haciéndole un gesto al chico para que se acercara y comprobar que no sólo estaba jugando al “mírame pero no me toques”, como la mayoría de los niños ricos que iban a ese lugar. Llamó una vez más la atención del bartender, pidiendo esta vez un tequila, y diciéndole después de pensarlo mejor que le dejara la botella. No volvió a dirigir su mirada al niño bonito, y al haber pasado un rato sin dar señales de haberse acercado, siguió bebiendo confirmando que solo se estaba presumiendo.

—¿No vas a invitarme? —le preguntaron muy cerca del oído con tono seductor. Ladeó la cabeza viendo de medio lado a quien había preguntado, topándose con el chico lindo que, teniéndolo ahora tan cerca, pudo notar esa sonrisa sugerente y picante, casi parecida a la de un felino, junto con una mirada oscura, llamativa como peligrosa.

—¿Por qué debería de hacerlo? Después de todo, el interesado eres tú —contestó acercándose a él para poder ser escuchado, sonrió seductor mientras se llevaba el líquido ámbar a los labios, bebiendo un largo trago directamente de la botella sin hacer una mueca siquiera. El rubio pasó lentamente la lengua por sus labios saboreando los restos del agua ardiente. El castaño frente a él mordió su labio inferior y reacomodó el bulto en sus pantalones sin ningún disimulo. Plan, complacido con el resultado de sus acciones a propósito, levantó la botella invitándolo a tomar de ella.

—¿Te gusta el tequila?

—Desde ahora será mi bebida favorita —le respondió con ese tono sensual del principio, el chico tenía un acento que se le hizo familiar, tomó la botella entre sus dedos empinándola en su boca. Plan se rió levemente al verlo hacer gestos mientras el líquido quemaba su garganta. Al terminar de tomar, imitó la acción del rubio, pasando la lengua por sus labios. Lástima para él, pues Plan estaba más que acostumbrado a ese tipo de acciones y no provocaban grandes cosas en él. De igual manera le daba diez por su esfuerzo. 

Fanático SensualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora