Capítulo 13

692 94 30
                                    

—¡¿Están bien?! —Mean saltó hacia atrás rápidamente, tropezándose en el proceso y cayendo sentado en el piso y golpeándose la cabeza con el armario, cuando Off entró gritando a la habitación.

—¡Mean! —gritó Saint al verlo caer al piso, se reincorporo de la cama acercándose a él preocupado—. ¿Estás bien?

—¡Oh! Lo siento... —murmuró Off al notar la situación.

—¿Qué quieres? —preguntó Saint con fastidio mientras volvía su atención hacia Off. No se extraño de verlo pues ya sabía que había vuelto a Tailandia hace unos días.

—Creí que... bueno, no importa. Sigan en lo que estaban —se excusó el mayor empezando a salir de la habitación.

—¡¡Off!! —gritó Mean de repente, se levantó torpemente y corrió hasta él—. ¿Hace cuánto llegaste?

—Hace como cinco minutos —comentó, viendo su reloj de mano.

—¿De verdad? Que bien. ¿Tienes hambre? Prepararé algo de comer —el castaño habló tan rápido que cuando Saint quiso darse cuenta, Mean ya se había ido de la habitación, dejándolo estúpidamente frustrado. Bufó molesto y se tapó el rostro con las manos, dejándose caer de espaldas a la cama.

—Veo que te has reconciliado con Mean —comentó Off acercándose a él.

—En realidad no —Saint se sentó sobre la cama y observó las cosas que estaban sobre la mesita de noche regadas por el piso—. Me has jodido el momento —lo acusó, cruzándose de brazos.

—En verdad lo siento —Off fue a sentarse a la par del pelinegro menor—. Creí que Mean te mataba.

—¿Qué? —le preguntó confundido.

—Bueno, se supone que estaban peleados. Y al venir aquí Title me dice que ambos están en la habitación —espero por un momento para hacer un gesto dramático—, después se escucharon un montón de ruidos raros y pues...

—Y pues... ¿Qué? —le preguntó el más pequeño molesto—. ¡Mean jamás se atrevería a golpearme!

—Yo sé que no. Pero vamos, acepta que eres un poco... complicado —Off empujó levemente con su hombro a su menor, haciendo que este hiciera un puchero, pues sabía que lo dicho era cierto.

—Pero vamos, en verdad me has arruinado el progreso.

—Solo lo he retrasado un poco más. No es para tanto —el mayor abrazo cariñosamente al menor, buscando animarlo—. Estoy seguro de que lograras que regrese contigo.

—¡Claro, no hay duda de ello! —respondió Saint seguro de sus palabras.

—Esa es la actitud —sonrió animándole. Saint estaba tan tranquilo, feliz de tener a Off a su lado, cuando este volvió a hablar.

—Aunque en verdad creí que venías a matar a Mean por haberle prestado tu ropa a Plan.

—¡¿Qué dijiste?! —la sangre se le subió a la cabeza al menor en cuestión de segundos. No creía que Mean podía ser tan idiota como para hacer eso, no, era imposible. Se levantó de la cama alterado.

—¿Yo? Nada... ¿qué podría haber dicho? —Off se encogió en su lugar cuando lo vio avanzar amenazante hacia él.

—Off...

—¿Crees que el Mean ya cocino algo? Cómo que acaba de darme hambre —el pelinegro mayor hizo el amago de levantarse pero Saint lo tomó por los hombros impidiéndole que se moviera.

—De aquí no te mueves hasta que me cuentes todo, Off  —el pelinegro tragó saliva nervioso.

Cuando se había encontrado a Krist más temprano en la mañana, él se lo había comentado, inocente, creyó que Saint también lo sabía. Vaya problema en que se había metido, y no solo él, sino también a Mean.

Fanático SensualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora