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Sonreí al sentir unos labios ya conocidos pasando por mi cuello

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Sonreí al sentir unos labios ya conocidos pasando por mi cuello.

— ¿Que pasa? - pregunte, posando mis manos sobre las de Ivo que estaban entrelazadas en mi abdomen.

No me respondió, solo siguió jugando con la piel de mi cuello.
Lamió, mordió y beso todo mi cuello, seguro que mañana me quedan marcas.

— Aghmm... - Gemí al sentir sus manos metiendose bajo mi remera. - I-Ivo...

Otra vez no me respondió, esto me esta empezando a poner de mal humor.
Cuando sentí sus manos metiendose bajo mi pantalón, me di vuelta y lo tome de su rostro.

Apretaba sus mejillas, haciendo que tuviera boca de pez. Me reí por lo tierno que se veía.

— Ño te dias - trato de hablar con mis manos, aun, apretando sus cachetes.

— ¿Sabes que sos muy tierno así? - pregunte.

— Shiempe soy tiegno. - Me mordí el labio y lo besé, no aguantaba mas.

Acaricie sus labios con los míos, arrancando una sonrisa de su boca.
Pase mis brazos por su cuello, dejándolos colgados, y el paso los suyos por mi cintura, pegándome contra el.

Una vez nos quedamos sin aire, comencé a dejar picos en su sonrisa.

— Me duelen los cachetes. - Se quejo, mirándome mal.

— Y a mi me duele el cuello por tu culpa. - Le saque la lengua.

No me dio tiempo a meterla de nuevo, cuando la capturo con su boca. Esta acción me descoloco, nunca antes lo había hecho.

— Sota me lengua... - vi como la tenia entre sus dientes y me miraba desafiante. - La modes y te... - no pude continuar, ya que el dolor de mi lengua recién mordida me interrumpió.

Ivo salió corriendo y yo fui detrás de el.

— ¡Te voy a matar Alfredo!

Subimos las escaleras y llegamos a la pieza.
Khea se metió a esta misma y trato de cerrar la puerta, pero yo fui mas rápido y puse mis manos, evitando que la cierre.

— ¡Perdón! - grito caminando hacia atrás, con una mano al frente para que yo no llegue a el.

— ¿Por que retrocedes, amor? - Sonreí siniestramente. - No me tengas miedo, yo no te voy a hacer nada...

— Aléjate, Joaquin. - Se subió en la cama.

Me acerque hasta el y hice el amagué como que iba a subir donde estaba el, logrando que se asustara y se cayera de la cama.

Estalle en carcajadas al ver lo que paso.
Lo vi, todavía tirado en el piso, mirarme con un puchero.

— ¿T-Te caíste, bebito? - hable entre carcajadas.

— Sos un mal novio... - se quejo, parándose y sobándose el culo.

Me puse una mano en el pecho, haciéndome el "indignado".

— Que feo que digas eso de tu HERMOSISIMO novio. - Negué con la cabeza.

Su dedo corazón se levantó, haciéndome la típica seña del fack you.

— Me duele el culo.

— Ahora sentis lo que siento yo cuando me cojes duro. - Me cruce de brazos.

— ¡Pero vos lo disfrutas, yo no disfrute esta caída!

— No me acuerdo si lo disfruto... - Me hice el dudoso. Me acerque hasta el y lo agarré de su remera. - ¿Por que no me haces recordar?

Sonreí, mordiéndome el labio. El hizo lo mismo y me tomo de los muslos, haciendo que yo pegue un salto y rodee su cintura con mis piernas.
Cosas hermosas pasaron después de eso.

Mine | KayneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora