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Entre corriendo al hospital, con Kimberly detras mio sosteniendo a Bruno. Me acerque a recepción y pregunte por Ivo.
— Solo los familiares pueden entrar. - Hablo.
— Soy su novio. - Ella me miro dudosa, pero después suspiro.
— Esta bien. La habitación es la 234, piso 14. - Asentí, le di las gracias y corrí hacia el ascensor.
— Joaco, ¿te puedes calmar?
— Hasta que lo vea no voy a estar tranquilo. - Ella suspiro.
Bruno comenzó a quejarse. Lo mire y lo tome en mis brazos.
— Perdón bebé. - Lo acurruque contra mi y se volvió a dormir.
Llegamos al piso 14 y empece a buscar la habitación de Ivo. Sonreí al encontrarla, pero mi sonrisa se esfumo al ver quien salía de ella.
— ¿Que mierda haces acá? - hable molesto.
Nicole me miró.
— Hola.
— Te pregunte algo. - Le di a Bruno a Kim y me acerque hacia Nicole.
— Te pido una tregua, no tengo ganas de pelear. Ivo esta mal.
— ¿Y de quien es la culpa?
— Joaquin, basta. - Hablo Julieta, quien venia caminando por el pasillo.
— ¿La estas defendiendo?
— Basta.
— ¡No puedo creer que estes... - el llanto de Bruno hizo que parara de gritar.
Me acerque preocupado y lo agarre en mis brazos.
— ¿De quien es? - pregunto Julieta, mientras le acariciaba el pelo.
— ¿A quien se parece?
— ¿E-Es de Ivo?
— Y mío. ¿No es hermoso? - Sonreí orgulloso, mi bebé es una obra de arte.
Sentí un golpe suave en mi brazo.
— ¿Como no me dijiste que estabas embarazado? - frunció el ceño.
— Todo paso rápido. No fue mi culpa. - Mire a Nicole, quien se había sentado en una silla. - ¿Como esta Ivo? - pregunte.
— El medico dice que esta estable, pero que puede llegar a recaer si no se le vigila bien.
— ¿Por que lo hizo? - pregunte.
— Se sentía culpable... - murmuro. - Pero bueno, ¿no nos vas a presentar?.
— Ay, si. Kimberly, ella es Julieta, Julieta ella es Kimberly. - Las presente, ellas se sonrieron y se dieron la mano.
— Un gusto conocerte, Julieta.
— Lo mismo digo, Kimberly.
— ¿Pueden cuidar de Bruno? Necesito verlo. - Les pregunte. Ellas asintieron y tomaron a Bruno. - Ahora vuelvo.
Suspire y entre a la habitación. Un nudo se formo en mi garganta al ver a Ivo conectado a un montón de maquinas.
Su latido se veía débil y eso me daba miedo.
— Hola. - Murmure y me senté al lado de el. - Esto se siente como un dejavú. Ya es la segunda vez que te veo postrado en una cama de hospital. - Mi voz tembló. - ¿Por que lo hiciste, Ivo? ¿Por que? Me fui pensando que estabas siendo feliz por fin... Pero ahora vuelvo y te encuentro así.
Suspire, tratando de contener las lagrimas.
— ¿Sabes algo? Hay alguien nuevo en este mundo. ¿Y sabes que? Es tu hijo, bebé. Es nuestro hijo. Se llama Bruno. Tiene mis ojos y tu pelo. Mi nariz y tus labios, bien rosados y gorditos. Es pura ternura. Por favor, despertate y conócelo. Sos papá, Ivo, y tu hijo quiere conocerte. - Rompí en llanto, ya no aguantaba mas. - Por favor, mi amor, desperta.