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— ¡Todo esto es tu culpa! - grito Julieta, para después sentir su mano chocando contra mi cachete derecho.
Veía las lagrimas que caían por sus ojos, la escuchaba sollozar... Eso me partía el alma.
— Se fue... Otra vez, y todo es por tu culpa. - Se abrazo a ella misma, mientras miraba al piso. - No sabes las veces que tuve que escucharlo llorar por vos. Sentía tanta bronca e impotencia por no poder hacer nada. - Me miro. - Vos sos un hijo de puta. Teniendo a alguien tan perfecto al lado tuyo no lo supiste valorar y ahora se fue.
Cada una de sus palabras se clavaban en mi corazón como si fueran cuchillos. Uno mas doloroso que el otro.
— Perdon...
— ¡Basta de pedir perdón! - me mordí el labio. - ¡Estoy harta de escucharte decir "perdón"! ¡No lo digas si no lo sentis! - grito. - Tantas veces le pediste perdón... ¿Pero para que? Si después ibas y te volvías a mandar una cagada.
Alce mi mirada y la conecte con la de ella. Sus ojos eran fríos y demostraban molestia, enojo y todas las emociones negativas que existan.
— Vos no servís para estar en una relación. Sos un pibe de 19 años que no sabe lo que quiere. ¡Madura y aprende a estar seguro de las cosas porque sino vas a seguir lastimando mucha mas gente! - grito antes de salir dando un portazo de mi pieza.
Empece a tirar todo lo que veía. Me da tanta bronca esta situación. Julieta tiene razón, soy un pibito inmaduro que no sabe lo que quiere.
Le pegue una piña al espejo, haciendo que este se rompa en miles de pedazos y que mis nudillos se tiñan de rojo. No sentía dolor. Ya no sentía nada.
El único que me hacia sentir era Joaquin... Y ahora no esta conmigo. Vi una foto nuestra que nunca tuve la suficiente valentía de sacar.
La agarre entre mis manos, me senté en el piso, apoyando mi espalda contra la pared y mire la foto.
— Te extraño... - acaricie la cara de Joaquin. - Te extraño tanto, bebito. - Susurre entre sollozos y deje que las lagrimas caigan de mis ojos.
El recuerdo de aquel día tan horrible vino a mi cabeza.
Flashback
— Hola amor. - Me saludo Joaquin, con una sonrisa tan reluciente y hermosa, y me dio un beso tierno.
— Hola... - murmure. - Tengo algo que decirte.
— ¿Es... Malo? - pregunto temeroso. Parecía un gatito asustado... Un hermoso gatito asustado.
No conteste. No me atreví a hacerlo.
— Mejor sentate. - Señale el sillón.
— ¿Que paso? - ladeo su cabeza haciéndolo ver mucho mas tierno. Mi corazón se estrujo al recordar por lo que estaba acá.
— No se como decir esto... - Suspiré. - Joaquin, yo... - negué con mi cabeza, sin saber como decirlo para que no le duela.
— "Vos"... ¿que?
— Yo... Me acoste con Nicole.
Lo mire a los ojos y vi como algo se rompía. Me estaba mirando fijamente, cuando lagrimas comenzaron a caer de sus ojos.
— No,no,no... Por favor no llores, bebito. - Me agache a su altura y limpie sus lagrimas con mis pulgares.
— N-No... - alejo mis manos de el. - No me toques. - Murmuró.
— Joa...
— Basta, no quiero escucharte. Sos... - estallo en llanto. - Prometiste que no lo ibas a hacerlo de nuevo... Me lo juraste. - Hablo entre gemidos lastimeros.
— Perdón.
— ¡Basta de pedir perdón! ¡No quiero perdonarte!... No puedo. - Negó con su cabeza. - Yo te di todo de mi... ¿Que fue lo que te falto? ¿Que tiene ella que yo no tenga? ¿Culo? ¿Tetas? ¿Concha?. Explícame porque no entiendo.
Abrí mi boca para formular algo pero nada salía. Estaba mudo.
— Quisiera odiarte pero no puedo. - Me miro. - Quisiera poder arrancarme todo este amor que tengo por vos... ¡Pero no puedo porque te amo como no tenes idea! - grito. - Y me duele que vos no compartas este sentimiento.
— ¡Yo si te amo!
— Tu manera de amar da asco.
Lo dijo tan fríamente que pude sentir como mi corazón se rompía. En sus ojos podía ver todo el coraje que sentía... Y la tristeza. Camino hasta la puerta de salida y yo lo seguí.
— Joaquin, por favor no hagas esto, no me alejes...
— Vos lo hiciste solo, Ivo. Te deseo lo mejor con Nicole, espero que a ella si la sepas valorar. - Sonrió tristemente y se fue.
