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- ¡Billy, estás loco! – gritó Eddy, con todo su coraje.

Todos se encontraban ya en el tren abandonado. Billy tenía la extraña sensación de que Eso jamás los encontraría ahí, así no podría escuchar lo que tenían planeado; por esa razón todos tomaron rumbo a aquel lugar.

- Pienso lo mismo que Eddy, esto es una mala idea, Bill. – Stan estaba tan asustado que las palmas de sus manos se veían sudar.

- Cállense, hay que hacer esto juntos.- Beverly se levantó de su lugar.- Solo nosotros podemos acabar con esa cosa.

- ¿Dime cómo, Beverly?... ¿con el arma falsa que tiene Mike en su casa? ¿Con eso lo mataremos?

- Yo solo estoy diciendo que...

- ¡Que nada, Beverly! – gritó Stanley– Somos niños, y nada más; unos niños que juegan a ser grandes No somos cazadores de monstruos... ¡Somos nada!

El tren quedó en silencio, nadie habló. Ni siquiera Richie que tenía en mente una buena broma, incluso él sabía muy bien que este asunto se estaba poniendo serio. Eran solo seis muchachos que querían unas divertidas vacaciones, unos días radiantes, y el lago solo para ellos; pero nada de eso sucedió, y Bill se culpaba por ello.

- Escúchenme. – Bill rompió el silencio – Sé que malogré todo, por mí están aquí, porque yo quise desde un principio buscar a Georgie. Ustedes no tenían nada que ver, es mi culpa que este payaso les esté causando miedo. Quiero ir por mi hermano, pero no puedo hacerlo solo, los necesito, amigos; a cada uno de ustedes. Sé que no lo pueden creer, pero juntos podemos acabar con él, así como lo hicimos con Bowers. No somos alguien, pero juntos... somos el Club de los Perdedores.

Todos quedaron mirándolo, impresionados y admirados ante el valor que tenía el gran Billy Denbrough, no podían negarlo. Aquellas palabras les hicieron recordar cada momento que pasaron juntos; buenos y malos. Y a pesar de decir "no", sabían muy bien que al final de todo, lo harían, estarían con Bill. Porque básicamente eso es la amistad; estar juntos y levantar a aquel que fuera a caer, apoyar al más fuerte y al más débil; estar siempre dispuestos a todo.

- Wao. No tartamudeó ni un poco.- Comentó Richie.

- Pero... ¿dónde está? – preguntó Ben.

- Bajo nosotros, en las alcantarillas... Ahí está Eso.

IT (MHC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora