IT (MHC)

9.

Estando reunidos todos en el refugio de Los Trenes abandonados, Stanley contó lo que había visto, cada mínimo detalle, él creía que no les iban a creer, pero sí lo hicieron.

- A m-mí también m-me pasó- habló Bill, poniéndose de pie ante todos- El retr-r-trato de Georgie me guiñó un ojo; se veía tan-n real. No sé us-s-tedes, pero hay algo que nos-s está asus-stando.

- A mí también me pasó- dijo Ben, algo tímido, mientras comía unos mini chocolates que Beverly le había dado – Ese hombre... con unos globos y unas vendas en los brazos, quería que me acercara a él, decía que tenía un...

- Un globo – lo interrumpió Richie – diciendo que todos flotan.

- ¿También a ti?

- Sí. Era un payaso carismático en la película del Hombre Lobo en mi televisión, pero a la vez era escalofriante... y después esa bestia peluda...

- Yo vi un leproso, un hombrevcon la piel podrida, lleno de heridas y con la nariz... , era una enfermedad andante; y ese payaso.

- Yo... no he visto parecido a lo que ustedes cuentan- habló Mike- pero les creo. Derry está maldito. Mi abuelo me contó que todas las cosas malas que suceden aquí tienen una razón que nadie quiere saber. Que hubo una época en que todo era maligno.

- Tengo el pr-presentimiento, que ti-ti-tiene que ver con Georgie.

Todos quedaron mirándose, pensando en qué sería lo siguiente, y para ello Bill tenía una respuesta.

- Debemos encon-n-trar Eso.

- ¡No! No quiero hacer tal cosa. No, Bill.- Stan se puso de pie, y sudando, continuó diciendo.- Son vacaciones, quiero salir y jugar, no buscar un horrible payaso que se transforma en cosas horribles. Somos solo niños, Bill.

- Podemos acabar con ese tonto payaso.

- ¡Cállate, Richie!

- Podemos acabar con él así como lo hicimos con Henry Bowers.

- Richie tiene razón.- dijo Beverly, levantándose – El estar unidos hizo que pudiéramos vencer al matón más temido de Derry.

- Pero...- entonces Eddie dijo la pregunta.- ¿Cómo buscarlo?

- Yo sé cómo.- Dijo Ben.

El Club de los Perdedores se estaba preparando para una lucha contra algo que no sabían qué era, un payaso que se podía transformar en sus peores miedos, que podía detenerte el corazón de un susto, y devorar tu cuerpo sin dejar un rastro de sangre.

Pennywise estaba cerca.