Capitulo 1

3.6K 268 245
                                    


Louis vomitó por cuarta vez en lo que iban de vuelo. Jamás había salido del país y mucho menos pensó que estaría con un alfa que estaba dispuesto a dejarlo morir. Volvió a su asiento, quedándose alejado lo más posible, no quería tenerlo cerca y mucho menos quería que éste dijera alguna palabra ofensiva.

— ¿Qué debo de hacer cuando llegue a tu casa?

— Dormirás en el piso — el menor abrió la boca para protestar — No te daré los lujos que esperabas por ser mi supuesta alma gemela, prostituto gratuito — Louis bajó la mirada hacia su regazo y se puso de forma recta en el asiento — Colocaré un colchón para que no te quejes, cualquier desastre que hagas lo limpias, y si no lo haces, haré que lo limpies con tu lengua y créeme que no será muy bonito verte en ese estado.

—Sí, ya entendí — asintió, repetidas veces — Gracias.

— ¿Por qué dices eso? 

— Por dejarme dormir en un lugar cómodo — recostó la cabeza en la ventanilla.

Harry lo observó incrédulo, el chico debía de estar diciendo algún tipo de broma. Nadie que a quien estuviese humillando de esa forma, le agradecería. Sin duda ese chico tenía algo partido en el cerebro como para que le agradeciera.

El hijo de Harry, el cual había estado hospitalizado en el mismo sitio que Louis, fue puesto en sus piernas en cuanto el avión aterrizó en su propiedad, era un niño muy reservado, el cual lo miraba con mucha duda.

Llegaron a una enorme casa que estaba situada lejos del ojo público y con muy pocos hombres custodiándola, eran mínimo cinco por toda la propiedad, los cuales se fueron en cuanto ellos llegaron.

No tenía alguna prenda o bolsa para abrazarla. Las miradas estaban sobre él, era raro ver a un omega en esas fachas tan decadentes. Lo tomó del brazo y lo dejó en el inicio de las escaleras para hablar de algo con sus empleados en la casa.

— Como el día de hoy es un momento festivo para alguno de ustedes, y es extraño el que haya regresado con un omega marcado — señaló a Louis, quien aún conservaba la mirada baja — Desde ahora trabajará con ustedes en la casa, haciendo los trabajos de limpieza, cocina u otras cosas que encargaré a alguien de supervisar, ¿Entendido?

— Sí, señor.

— Perfecto — tomó el brazo de Louis — Que alguien busque un colchón y lo ponga en el piso junto a mi cama, nuestro nuevo invitado dormirá conmigo a partir de hoy.

Sin esperar respuesta, subió las escaleras, olvidándose de su propio hijo, lo cual llamó la atención del omega.

— ¿No vas a traer a tu hijo?

— Mierda, cierto — gruñó, regresando a la parte baja, y encontrándose con el pequeño alfa mirándolo ceñudo — ¿Cómo estas, mi amor? Descuida, papá no volvió a olvidarte.

— No creo eso, papá — el niño de cinco años levantó sus brazos para que éste lo cargara — Siempre te olvidas de mi.

— No, no lo es... Ustedes vuelvan a su trabajo que para eso les pago y dejen de estar husmeando — le ordenó, a todos los empleados y estos salieron despavoridos.

— ¿Quién es él? ¿Es mi otro papá?

— No digas, eso. Sólo estará un tiempo aquí y ya después veremos qué pasa.

— Se ve raro y huele a ti, papá — arrugó la nariz —No es como mamá, ella olía feo y no me gustaba.

— Tu madre no se menciona en esta casa, así que es mejor que descanses, en un rato iré a colocarte el medicamento.

Eternamente Mío || LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora