Eternamente Mío || LS

Capitulo 12

— ¿Qué demonios haces aquí? — Gruñó Harry — No te di el permiso de llegar a mi casa como si fuera tuya.

— Pero también es mi casa, amor — se acercó al alfa — Tengo todo el derecho de estar aquí y decirte...

— No me digas absolutamente nada — miró por encima del hombro de Nicholas, para saber si Louis estaba — Mierda — fue todo lo que dijo cuando no lo vio — ¿A qué has venido?

— Quise volver contigo — caminó por la sala, viendo los cambios que habían — Nada de esto lo dejé aquí.

— Ni que fueras importante, te lo he dicho cientos veces — abrazó más a su hijo — Ni siquiera te acuerdas de que también tienes un hijo.

— Oh, sí — miró a Theo — Mi dulce bebé alfa.

— Quiero ir con mamá, papá —Theo se aferró al cuerpo de su padre — Sácame de aquí.

— Dulce bebé — Theo sollozó, cuando Nicholas tocó su brazo — Aquí estoy.

— Tú no, tú no eres mi mamá...

— Ven, pequeño alfa — Louis apareció, con uno de los tarros de helados — Vamos a la habitación.

— ¿Tú quién demonios eres como para que mi hijo te diga mamá? — Harry se posicionó frente a Nicholas, antes de que le hiciera algo a Louis — Quítate del medio, le voy a enseñar a éste criado quien manda.

— No, no lo harás — Harry lo empujó hacia atrás — Por si no te habías dado cuenta, tiene mi marca y se ha estado haciendo cargo de Theo... a decir verdad, es su madre.

— ¡¿Qué demonios estás diciendo?! — Gritó, furioso — ¡Yo lo traje al mundo!

— Llévate a Theo — dejó al pequeño alfa en el piso — Debemos hablar.

— No creo que debamos de hablar — le sonrió, sin mostrar los dientes — Permiso.

Harry no detuvo al menor, primero debía de aclarar algunas cosas con el omega que había interrumpido su casa de esa forma. Habían pasado más de cinco años desde que lo vio, desde que lo abandonó y dejó que otro alfa quitara la suya, y todavía no sabía la razón por la que lo había hecho.

— Camina — lo tomó del brazo — Espero que tus mentiras sean bien contadas, porque si me dices algo fuera de lugar te meteré una bala por el culo.

— No me gusta la forma en la que me estás hablando — chilló, asustado.

— Eso es poco de lo que te mereces — lo empujó hacia su oficina — ¿Por qué regresaste?

— Quise volver contigo, ¿Es tan difícil creerme? — Se mostró afectado — Te amo...

— No, no lo haces — Nicholas tuvo que apegarse a la pared cuando Harry lo acorraló — Aléjate de mí y de mi hijo.

— También es mi hijo — susurró — Yo lo traje al mundo.

— Y lo abandonaste en medio de la lluvia como si fuera un perro sin familia — colocó una de sus manos en su cuello, y lo apretó levemente — Cuando Theo estaba con marcas de cigarrillos en sus brazos y espalda.

— No vi eso cuando...

— Yo se las quité — apretó un poco más el cuello del omega — Que no se te olvide que soy un raza pura y controlo todo lo que quiero y deseo.

— No sé de donde vienen esas marcas que dices, no recuerdo...

— Fumas todavía — aspiró por un momento — Tu olor te delata, y no me imagino las porquerías que le hiciste a mi hijo antes de dejarlo en la entrada de mi casa, mientras llovía.