Septiembre 08, 2022
En el estudio de grabación de Kive Entertainment, el joven Park JiMin respiraba agitado después de una larga jornada de trabajo. Ser solista no era fácil, mucho menos para alguien que no había pasado su adolescencia en medio de jóvenes con el mismo sueño y profesionales dispuestos a prepararlo para la industria; sin embargo, en tres años de carrera había demostrado que su talento natural y el esfuerzo que había requerido no dejarse vencer por el miedo, le habían provisto de una jornada de trabajo llevadera y un jefe consciente de sus necesidades mundanas.
—¿JiMin, terminaste? —el susodicho se quitó los audífonos girando en la silla para encontrarse con su mánager, Kim NamJoon.
—Quiero creer que sí, aunque no me convence del todo la melodía, pero... —su voz quedó en un hilo cuando vio lo que el mayor llevaba en sus manos.
—Eso puede esperar, ahora mereces ver tu nuevo logro —dijo NamJoon acercándose al de cabellos rosas que le miraba con estupefacción—. Felicitaciones, artista del año.
Al otro lado de la ciudad, Min YoonGi cada día se daba el tiempo de analizar toda su trayectoria artística sobre su vida cotidiana.
Tenía tan solo veintiséis años, cinco de los cuales había dedicado por completo a la música; sin embargo, después de tanto tiempo invertido, la idea de haber tomado el camino incorrecto rondaba su cabeza.
Soñó con ese mundo desde que terminó la preparatoria.
El ser exitoso debido a su música, su talento, por ser él mismo. Pero cuando lo hizo nunca se puso frente al escenario negativo que el mundo del espectáculo traía consigo. No solo era fama, sino largas semanas en las cuales no tenía tiempo para algo que no fuera componer, grabar y presentarse ante grandes públicos.
Cinco años en los cuales se preguntó si de verdad valió la pena negarse a sí mismo para ver la felicidad ajena.
Esa mañana su cuerpo sentía más que nunca el agotamiento, resistiéndose a acudir al estudio una vez más. Sin embargo, ante las insistentes llamadas de KiHyun, se vio en la obligación de despertar más temprano de lo deseado; por lo que decir que volvería a dormitar era más un chiste que una realidad. Dejó su cama y en camino al baño contestó la llamada del mayor.
—Buenos días, hyung —exclamó en medio de un bostezo mientras se adentraba al baño.
—YoonGi, ¿apenas estás despertando? —preguntó el mayor aun conociendo la respuesta—. Tienes suerte de que la grabación se haya postergado, porque sabes que soy capaz de sacarte de casa bajo mis propios métodos.
—No hay necesidad de molestarse, hyung. ¿Más bien dime, por qué tanta insistencia si no tenemos grabación?
—Me gustaría decir que la razón es buena, pero creo que será un largo día para ti —YoonGi detuvo sus movimientos—. Pero quiero decírtelo en persona. Nos vemos mañana en la cafetería cerca a la empresa, ¿de acuerdo?
—¿Así de malo es? ¿No puedes decírmelo ahora?
—Créeme, es mejor que lo hablemos mañana. Veremos qué tanto nos afecta.
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Rivals || YoonMin/Jimsu
FanfictionPor tres años consecutivos su nombre lideró las listas gracias a sus exitosos mixtapes y colaboraciones con diferentes artistas; además, con 26 años y una carrera próspera, se consideraba uno de los hombres solteros más codiciados del país, tanto po...