3 | Labios

324 42 7
                                    

EDITADO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

EDITADO

Septiembre 10, 2022

JiMin podía reconocer que el licor no era el mejor aliado para acercarse al mayor, pero después de un rato se dio cuenta que hacía maravillas en la personalidad de este. El YoonGi que minutos atrás parecía negarse a hablar con él, se mostraba dócil y receptivo después de unas cuantas botellas de soju; y a pesar de agradecer eso, se preguntaba por qué le había dejado tomar de más.

Porque el deseo de conocer más al rapero, lo único que hizo fue meterlo en problemas. Después de su gran confesión, el cerebro de YoonGi se apagó, lo cual agradecía porque no tendría que enfrentar la realidad de golpe. Sin embargo, la vulnerabilidad del mayor lo obligaba moralmente a cuidarle.

Así que, tomando por la cintura a Min, caminó hasta la caja para pagar la cuenta, y después salió del izakaya. Ni en sus mejores días en Busan se vio en la penosa situación de llevar a rastras a un borracho, pero en una ciudad tan lujosa como lo era Seúl, tenía a uno de sus ídolos murmurando incoherencias.

—Sunbaenim, podría ayudarme —su voz sonó ahogada por la fuerza que ejercía sobre el cuerpo ajeno para no dejarlo caer—. Debo de encontrar la forma de llevarlo a descansar.

—Hmmm.

—No diga solo monosílabos, por dios —bufó arrinconando al de cabello gris contra el lateral del local.

De esa forma se cercioró de mantener firme a YoonGi mientras buscaba su celular para llamar un taxi, pero el mayor se encontraba tan ido que dejó caer su cabeza sobre el hombro de JiMin permitiéndole escuchar murmullos acompañados de un cálido aliento que solo generó escalofríos en el cuerpo del menor.

YoonGi contaba con un auto, de eso estaba casi seguro, pero aunque lo tuviera aparcado en la empresa que estaba a solo tres calles, no se atrevía a conducir a esas horas por la solitaria ciudad. De su parte era más sensato esperar antes de cometer otra locura.

Por lo que, después de una corta conversación con el servicio de taxis, permaneció con la cabeza de YoonGi entre su hombro y cuello por los minutos que tardó el taxi en llegar. Mas cuando este aparcó ante ellos, fue más complicado acomodar al mayor para meterlo en el auto, que a la hora de salir del lugar.

—¿Señor, podría ayudarme?

El conductor al verlo en dicha situación descendió del auto y le ayudó a subir al chico en el asiento trasero, procurando no golpear su cabeza en el proceso; y aunque no lo lograron con mucho éxito, al finalizar, el cuerpo de YoonGi yació cómodo en toda la extensión del asiento.

Cerrando la puerta, el conductor volvió a su lugar y JiMin, sin dejar de mirar hacia atrás, entró en la parte delantera indicando la dirección de su departamento.

Cerrando la puerta, el conductor volvió a su lugar y JiMin, sin dejar de mirar hacia atrás, entró en la parte delantera indicando la dirección de su departamento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rivals || YoonMin/JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora