Mi Obsesión Eterna

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Mirando mí reflejo en el espejo, me lleve una mano a mis labios. Se veían inchados y rosados por todos los besos.

¿Que hice?

¿Que nos hice?

Apoye mí cabeza contra la pared de madera y cerré los ojos, reviviendo las imágenes de la noche anterior. Sería muy difícil mirar a Trevor después de esa noche negra.

¿Cómo voy a ser capaz de no perdonarlo después de lo que hice?

Ni siquiera sabré como escucharlo sin sentirme mal.

Me sostuve de la pared con una mano, abriendo los ojos y parpadee. El suelo alfombrado de nuestro pasillo me recibió en cuanto las puertas se abrieron. ¿Que le diré si me pregunta dónde pase la noche?

Muy despacio empuje mí pie hacia adelante y fui dando pasos fuera el ascensor. Todo fue mí culpa. Y por una noche me alegre de escapar de esa realidad.

En ese momento mí teléfono vibro en mí bolsillo:

CECI:

¿Donde estas? Parker está furioso contigo.

Cerre los ojos.

Yo:

¿Y ahora que hice?

Guarde el teléfono en mí bolsillo, me pase la mano por el cabello e inhalé profundamente, antes de pasar la tarjeta y abrir la puerta. Trevor seguía durmiendo en la cama cuando pase en absoluto silencio. Deje mí chaqueta dentro de mí maleta y sacando mí neceser fui al baño a darme una ducha.

Debo arreglarlo... Ocultarlo lo más que pueda.

Deje que el agua fría se deslizara por mí piel, refrescandola; sacando su perfume de mí cuerpo.

¿El se atreverá a decirle algo?

Saliendo de la ducha me pare delante del espejo y me mire una vez más. Pase mí dedo por mí frente, por mí nariz, por mis labios y por mis mejillas. No era alguien impresionante pero durante ese instante me sentí la mujer más hermosa del mundo. Creí ser algo más que la novia de Trevor Johnson. No fui esa mujer perdida, herida y con tantos defectos que ni siquiera su propia madre podía amarla.

Mirándome en el espejo me vi cansada. Algo ojerosa. Los labios inchados...

Un vago recuerdo vino a mi mente cuando sus labios me besaron pero no estaba segura de que era. Ahora, mientras me miraba al espejo, volvía. La imagen de V de Vendetta encima de mí, besándome brillo en mí mente. Como las luces de un auto viniendo atraves de la oscuridad.

Jared.

Sin embargo la dulzura que demostro a la hora de tocarme me hizo sentir segura, como si ya conociera su tacto y supiera que todo iba a estar bien, que podía confiarle mi cuerpo.

Jared...

De la misma forma en que sucedió esa noche cuando estuve en los brazos de V de Vendetta.

Empujando el neceser contra el lavamanos, tome mí ropa del suelo y me vesti rápidamente. Tras ponerme las zapatillas, regrese dentro de la habitación y busque mí tarjeta en la mesa de luz. Trevor seguía durmiendo cuando volví a salir y cruce por el pasillo para ir al ascensor. Mí teléfono vibro en mí bolsillo pero no preste atención.

No debería sospechar de el de esa manera. El no seria capaz de hacer algo así. Jamás lo haría. Las personas no hacen esas cosas. Si fuera mala persona no me hubiera ayudado esa noche. Si fuera alguien indecente me hubiera abandonado a mí suerte. Si fuera alguien de esa manera no me hubiera ofrecido ayuda esa noche o pagarme un hotel. El no es así... No es de ese tipo. No haría eso. No, el no haría eso...