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El levanto su puño y, antes de que yo pudiera evitarlo, me golpeo en la mejilla con fuerza haciéndome retroceder.

Cerré los ojos por el impacto y el dolor que sentía y puse mi mano encima de mi mejilla. Al tocarme la mejilla golpeada senti el calor emanar de ella con mucha fuerza, a carne viva. ¿Me habia golpeado?

–Tú no me vas a dejar –me informo.

– ¿Qué hiciste? –pregunte en un susurro retrocediendo.

Era la primera vez que alguien me pegaba y no sabia como reaccionar. Estaba descolocada. Ni siquiera a mis padres se les ocurrio ni una sola vez en pegarme.

–Tu no me vas a dejar –repitió sujetando mi cabello y obligándome a mirarlo -No voy a permitirlo.

Entonces lo empuje y comencé a pelear como podia para defenderme. Le arroje lo que encontraba en mi camino para tratar con eso de espantarlo, pero termine en el suelo con el encima mío golpeándome hasta que comenzó a aparecer la sangre. Era muy agresivo y cada una de sus trompadas se sentía como si me pegaran contra la pared.

–Déjame –suplique llorando.

Me dolía la parte trasera de la cabeza y cuando intentaba cubrirme la cara con los brazos para que protegerme a mi misma el los empujaba hacia arriba y seguía propinando trompadas.

Le gritaba todo tipo de insultos y le decia que me dejara ir a la vez. Pero eso le enfadaba más como si al insultarlo fuera yo la que estaba haciendo algo incorrecto. Como si me mereciera que me golpeara por estar insultándolo.

– ¿Pensaste que me ibas a dejar así de fácil? –pregunto volviendo a tomar mi cabello y empujándome contra la pared -No, Claire...no te dejare ir y ¿sabes porque? Porque eres mía.

Al principio me dolia la cara pero despues fue como si no sintiera más ninguno de todos los golpes que me daba. Aun asi puse mis manos encima de las suyas, intentando quitarlas de mí pero Trevor tomo mis muñecas y este apretó con más fuerza haciendo que gritara del dolor.

– ¡Suéltame!

Trevor me tiro al suelo y me pateo en el estomago hasta que mi espalda choco contra la pared.

–Te dije que no fueras con Monica –continuo –que no quería que se acercara a ti ¿Porque no me escuchaste?

–Vete –suplique empujándolo –déjame...

–Eres mía...

Siguió diciendo eso aun cuando yo lo negué y le dije que no era suya porque esa era la verdad: ya no era suya...no era nada de él. Lo nuestro había terminado y no había ningún posibilidad de que lo perdonara. Era imposible y en cuanto se lo dije eso no ayudo en nada porque sus golpes no se detuvieron ahí continuaron con más fuerza hasta que volví a caer al suelo y me desmaye mientras el me acusaba de un montón de cosas: que lo estaba engañando y que por eso lo dejaba, que no volvería a ver a Monica...


¿Quién era ese chico? ¿En qué me había metido? ¿Cómo era que había terminado así? ¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Hasta este punto?

Mi Obsesión EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora