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Llegue a mi habitación un poco más tarde de lo que pensé. Trevor acababa de salir de la ducha. Su cabello estaba húmedo y se lo estaba secando con una toalla. Al verme entrar se detuvo en a unos centímetros del baño, observándome.

Vi que la ropa que deje esa mañana estaba doblada en una silla y que mi teléfono estaba cargando.

– ¿Donde estabas? – Pregunto, secándose el cabello con la toalla. Se acerco para darme un beso en los labios y me paso la toalla encima de mi cabeza. – Llegue y no estabas.

Paso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

– Tu teléfono no tenia batería, así que lo puse a cargar. – dijo, y tomo mi mano – Te pedí que te trajeran la cena también. -Se inclino a mi oído -Se que Parker no te dejo comer en todo el día.

Parecía que estaba de muy buen humor. Podía ver tranquilidad en sus ojos verdes cuando me miraba. Su brazo se coloco encima de mis hombros y beso de nuevo en los labios. Sostuvo mi cara con las manos y rego mi cara con besos.

La calma luego de la tormenta...

Resignada, saque su brazo de mi. Era como un circulo. Se enojaba, me lastimaba, se arrepentía y luego me pedía disculpas. Trevor me hacia promesas que no podía cumplir y yo le creía, convencida de que esa vez iba a ser diferente. Pero después de cinco años no podía culparlo por tratar. Siempre habíamos funcionado de esta manera.

Me saque las zapatillas de un puntapié y pase las manos por el cabello, acomodándolo encima del hombro. Parecíamos destinados a cometer los mismos errores siempre.

– Voy a bañarme – avise cerrando la puerta.

Me iba a tomar mi tiempo, quizás para cuando saliera Trevor ya estuviera durmiendo. Hoy fue un día muy largo para CRMINAL. Me lave las manos, observando a la vez mi reflejo en el espejo, y después moje mi cara. Un día muy largo. Puse las manos encima de la cerámica y me mire. Parker había sido muy claro. Engañar a Trevor no iba a ser tan fácil y teníamos que tratar de ser muy cuidadosos si queríamos que fuera una ruptura sin escándalos.

Pero Parker era quien mejor conocía a Trevor y confiaba en su criterio.

Voy a romper con una relación de cinco años y me voy a ir sin mirar atrás. Ya no habra más dudas y empezare a vivir de la manera en que yo lo deseé.

Trevor estuvo esperándome despierto, sentado al pie de la cama. Trato de abrazarme pero apague las luces, subí a la cama y me puse lo más alejado posible, dándole la espalda. Su mano se puso en mi hombro y mi cuerpo se estremeció de los pies a la cabeza. Mi corazón a rugir rápido contra mi pecho y mis dedos se aferraron a la sabana. Estaba haciéndolo apropósito.

– Deberíamos con un medico para que nos ayude con algun método de fertilidad. – sus manos bajaron por mi vientre y me abrazo contra su pecho – Hace tres años pensamos que por ser jóvenes y estar en perfecta salud no nos iba a costar demasiado tener un bebé, pero me parece que fue un error suponer que todo seria tan fácil.

Sentí una leve sonrisa formándose en sus labios. Se incorporo, apoyándose en el codo para verme atraves de la oscuridad y me dio un beso en la mejilla.

– ¿Que te parece, mi amor?

– ¿Y que pasa con tus cambios de humor? – pregunte para cambiar de tema, ya que el asunto del bebé no era algo de lo que deseara hablar.

Sentí que la leve sonrisa que se formo en sus labios un minuto antes se borro. Debería haber pensando en otra cosa para hablar pero ¿En que? La razón por la que estábamos pasando por todo esto era por su forma tan violeta de ser.

Mi Obsesión EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora