Pequeño Vándalo (1ra Y 2da Temporada) [Emiliaco] [Terminada]

3. Solo un vándalo

Era el comienzo de un nuevo día y, para Joaquín, significaba el comienzo de una nueva obra y una nueva oportunidad.

Oportunidad, era una bonita palabra y una de sus favoritas.

Las oportunidades surgen en determinados momentos de la vida y deben ser aprovechados para así después no arrepentirnos. Muchas veces nos lamentamos de haber desperdiciado una oportunidad por distintos motivos.

Joaquín no quería lamentarse el no haber hecho ciertas cosas cuando tenía la oportunidad, quería lamentar el haber hecho esas cosas.

Así que cada nuevo día, era una nueva oportunidad.

[*]

Con aerosol en mano, Joaquín estaba listo para hacer una nueva creación.

Ya tenia todo lo necesario y cuando comenzaba a marcar los primeros trazos en esa horrible pared blanca, una voz familiar se hace presente; llamándole mediante un odioso apodo.

- Pequeño vándalo, ¿Ya tan temprano cometiendo delitos?

Joaquín suspira y se da vuelta encontrándose con el Oficial Emilio, quien lo observaba con una sonrisa de oreja a oreja.

- En primera, no es delito por qué no todavía no hice nada. Técnicamente solo "manche" la pared. En segunda, jamás es demasiado temprano ni demasiado tarde para crear y en tercera, no me llames "pequeño vándalo" tengo nombre y es Joaquín.

Joaquín se da vuelta, comienza a guardar los aerosoles en su mochila y se dispone a irse.

- Espera. – Emilio se acerca a él antes de que se vaya- Mírame, no estoy vestido de policía, ni tengo mi placa así que no tienes que tratarme como tal ¿Okey?

Joaquín lo observa por unos segundos

- Puedes no estar de servicio, pero... Eso no cambia lo que eres, y eres un oficial de policía así que yo me voy.

Antes de que Joaquín comience a alejarse, Emilio toma uno de sus aerosoles.

- Ey, ¡Devuélveme eso! – Joaquín intenta quitarle la lata de aerosol de la mano a Emilio sin éxito- ¿Qué es lo que quiere?

- Yo solamente quiero hablar contigo

- ¿Sobre qué?

- Sobre ti; sobre por que haces esto. Tu tendrías que estar en el colegio o preparándote para la universidad.

- Eres como ellos ¿Sabes?

- ¿Quiénes?

- Mis padres. – Joaquín suelta la mochila- Ellos piensan exactamente igual que tu; que estoy desperdiciando mi vida, que no hago nada bien, que soy un inútil, un fracasado...- y antes de poder seguir Emilio se acerca haciéndolo callar.

- Yo nunca dije y jamás pensaría eso. Solamente pensé que tendrías que estar en la escuela, nada más. Tienes talento y, esto que haces, es muy hermoso, en serio.

Emilio, después de decir eso, retira la mano que había puesto para hacer callar a Joaquín.

Se quedan mirándose a los ojos durante varios segundos.

Joaquín logra ver en los ojos de Emilio, unos ojos que destallan confianza y honestidad; unos ojos que con solo mirarlos pueden hacer perder a cualquier persona en ellos. Mientras que Emilio, en los ojos de Joaquín, logra ver unos ojos que desbordan de sentimientos; entre ellos, la tristeza, soledad, amargura, pero, sobre todo, de mucho dolor.

- Gracias. – Joaquín es el primero en romper el silencio- Nadie había dicho eso acerca de esto que hago. En serio, muchas gracias.

- No tienes nada que agradecer, pequeño vándalo, de verdad son preciosas.

A Joaquín se les escapa un pequeño sonrojo y se dispone a irse, pero Emilio, nuevamente lo detiene

- No me respondiste, ¿Por qué haces todo esto?

- Tal vez otro día te cuente.

- ¿Eso quiere decir que nos volveremos a ver?

Pero antes de que Joaquín pueda responder cualquier cosa, nota como unos policías se empiezan a acercar a ellos.

- Mierda. – Joaquín rápidamente toma su mochila y se va corriendo, no sin antes decirle algo a Emilio- Cuidado atrás, creo que viene unos amigos tuyos- se pone una capucha y desaparece entres las calles dejando a un Emilio completamente confundido.

- ¿De que estas hablan...

- ¡Emilio!

- De eso estaba hablando- susurra Emilio por lo bajo para después darse vuelta y ver a sus dos compañeros, Rodrigo Royer y Diego Valdes. - Hola chicos, ¿Qué onda?

- ¿Qué onda tu mejor dicho? ¿Qué hacías hablando con ese?

- ¿Ese quién?

- Ya sabes, con el vándalo, ese que arrestamos ayer.

- No estaba hablando con él, era solo un chico.

- Claro, y nosotros somos idiotas.

- Ya déjalo en paz Roy. – Diego golpea Roy en la cabeza- Emilio es grande y sabe lo que hace. No es ningún niño.

Roy simplemente bufa y se aleja para volver a hacer guardia.

- Hay días en los que no lo soporto. – dice Diego riendo- Pero sabes que a mí me puede decir la verdad.

- Lo sé, gracias amigo, pero en serio no hay nada que decir, él es simplemente otro chico que no tiene nada que hacer de su vida y bueno, anda haciendo estas cosas, pero el no es nada mas que eso, un pequeño vándalo.

***

He aquí un nuevo capitulo.

Como siempre, gracias por el apoyo, las lecturas, votos y comentarios. Ya saben, con que solo una persona lea la historia yo soy feliz.

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Los amo muchooooo

Con mis mejores deseos,

S.L.B 

PD: "Volverte a escuchar" ya casi llega a las 4k de lecturas ¡OMG!