Pequeño Vándalo (1ra Y 2da Temporada) [Emiliaco] [Terminada]

4. Me importas

No sabía cuánto tiempo llevaba ahí, lo único que sabía era que necesitaba olvidar.

Olvidar; olvidar no es perder un recuerdo para siempre, sino que este se traslada a nuestro al plano consciente y eso necesitaba Joaquín, que todo lo sucedido esa mañana pasase a un segundo plano, y que mejor cosa, que tomar para olvidar.

"Simplemente un chico que no tiene nada que hacer con su vida"

Esas habían sido sus palabras y Joaquín se sentía un completo idiota por pensar en que alguien podría tratar de entender por que hacia todas las cosas que hacía; se sentía un idiota en pensar que Emilio podría ser diferente, porque, ¿Por qué lo seria?

Nadie lo entendía y no sabía porque había creído que con Emilio seria diferente.

[*]

- Servime otro.

- Ya tomaste demasiado Joaco, no querrás que pase lo de la otra vez ¿Verdad?

Joaquín se ríe ante el ultimo comentario de su amigo, cuantas cagadas se había mandado la última vez que había tomado.

- Tranquilo Ema, el que paga soy yo, además, no estoy tan borracho. – Joaquín suelta un hipido y vuelve a alzar su vaso- Sírveme otro

Emmanuel suspira y le sirve otro trago, al menos, si Joaquín se quedaba ahí podría vigilarlo, el consideraba a Joaquín como su hermanito menor desde la primera vez que lo vio entrar al bar y, para Joaquín, el sentimiento era igual.

Desde que lo conoció, Emmanuel se había convertido en su familia, su única familia. Siempre lo cuidaba y lo ayudo muchas veces en sus problemas con la ley cuando sus padres simplemente lo ignoraban. Él era el único que sabia por todas las cosas que había pasado y por qué hacia todo eso.

[*]

No sabia cuantos tragos llevaba, lo único que sabía era que sentía felicidad; demasiada felicidad.

Que loco ¿Verdad? Que un chico de 18 años para ser feliz, tenga que tomar hasta no poder ni mantenerse en pie.

Joaquín se encontraba bailando con quien sabe, con un vaso en la mano, movía sus caderas sensualmente mientras el otro chico lo agarraba de la cintura y lo pegaba a su cuerpo.

- Bailas muy bien pequeño.

El chico se comenzaba acercar cada vez a los labios de Joaquín, quien, al percatarse de eso, se empezó a alejar un poco.

- Ya se que bailo bien, gracias por decírmelo. –

- Te puedo decir muchas otras cosas.

Joaquín se comenzaba alejar cada vez de él, pero no lo soltaba.

- Suéltame. – Joaquín había empezado a forcejear, pero debido al alcohol que tenia en sangre no tenía mucha fuerza, busco a Emmanuel con la mirada, pero no estaba por ningún lado para ayudarlo.

- ¡Soltame!

- ¡Te dijeron que lo sueltes!

Esa voz; esa voz se le hacia familiar. Joaquín podía jurar que había escuchado esa voz en algún lado, pero no lograba reconocer a quien le pertenecía.

- ¿Y tu quien te crees que eres para venir a poner orden?

- Jajajja, primero, soy policía y en segunda nadie se mete con este chico.

Ya no sabia falta de decir nada más, ya que el chico había desaparecido al escuchar la palabra "policía" dejando a Joaquín tirado en el piso

- ¿Estas bien?

Joaquín seguía un poco desorientado, pero cuando logro enfocar bien su vista pudo ver quien lo había ayudado.

- ¿E-Emilio? ¿Qué, que haces acá?

- Nada, yo andaba por aquí y te vi y bueno, vi que necesitabas ayuda. Haber, levántate, vamos.

Emilio ayuda a Joaquín a levantarse y comienzan a caminar hacia la salida bajo la atenta mirada de Emmanuel.

[*]

Emilio llevaba conduciendo un largo rato sin rumbo fijo, no tenia idea de a donde llevar a Joaquín. No sabia si llevarlo a su casa o que.

- Quiero vomitar. - suelta Joaquín de repente.

Rápidamente Emilio frena el auto y Joaquín abre la puerta para expulsar todo lo que había tomado esa noche.

- ¿Te sientes mejor?

- Si, un poco. Gracias.

- ¿Queres que te lleve a tu casa? Tus papas deben de estar preocupados.

- A ellos no les importa que pasa conmigo. – susurra Joaquín levemente con un tono de tristeza en la voz.

-Yo creo que si les importa Joaco. Eres su hijo, su familia. – Emilio acaricia cariñosamente la mejilla de Joaquín.

Joaquín se endereza un poco en el asiento y suspira.

- Ser su hijo, tener su apellido y llevar su sangre en las venas, no nos hace familia. Ellos son simplemente personas con las que vivo.

- ¿Por eso tomaste tanto?

- Tome para olvidarme.

- ¿Olvidarte de qué?

- De todo, y de todos. Yo simplemente quería por un maldito día, olvidarme de todo y pasarla bien. Sentirme feliz; lleno.

- Pero esa no es la manera...

- ¡Ya se! ¡Se que no es la manera! ¡Lo tengo muy en claro! Pero es la única forma que encuentro. Es la única salida que veo para la vida de mierda que tengo y llevo desde hace años.

- Joaquín...

- No es necesario que finjas que te importa lo que te digo.

Emilio lo miro confundido, lo conocía hace poco tiempo, pero Joaquín era importante. Era su pequeño vándalo.

- Me importa lo que decís.

- No, no es verdad.

- ¿Por qué...?

- Porque te escuche. Escuche como le decías a tus "amigos policías" que yo era simplemente un chico que no tiene nada que hacer en su vida así que no es necesario que finjas que te importo y que quieres entender que me pasa y por qué hago las cosas, por que no es así. Tu eres simplemente un policía que se cruzó en mi vida.

Emilio suspira y agarra el mentón de Joaquín para mirarlo fijamente.

- Eso solo lo dije por que no podían saber que estaba hablando contigo, pero no es verdad. Me importas Joaquín; me importas demasiado para solo haberte conocido hace dos días.

- ¿De verdad te importo? - Joaquín miraba a Emilio con un brillo en los ojos que hacía ya mucho tiempo no tenía.

- De veritas; de veritas.

Joaquín se acerca más a Emilio y se acurruca en su hombro para empezar a cerrar sus ojitos lentamente.

- Tu también me importas Emilio - susurra levemente Joaquín antes de quedarse dormido. 

***

Un nuevo capitulo.

Espero que les guste.

Como siempre no se olviden de comentar, votar y compartir la historia, si quieren.

¡Llegamos a las 100 lecturas! ¡Gracias!

Con mis mejores deseos,

S.L.B