Habían quedado en verse en la casa de Raquel al final de día y así sucedió. Salva llego hasta la carpa y la espero pacientemente mientras ella terminaba de dar las últimas órdenes. Estaba cansada y merecía ese descanso. A ese punto Raquel ya sabia que Salva era el profesor, el jefe al mando de esa banda de atracadores, la mente maestra de todo y ella se había enamorado hasta las trancas de él, por eso aún no decía nada.
Raquel no sabía si eso la hacía cómplice, si ella no hablaba iba a perder todo, su trabajo, su familia y la custodia de su hija. Luego de su reencuentro con Salva, no era ella, no sabia que hacer; hablar o no hablar, ese era el dilema. En un momento de debilidad decidió que lo haría.
-Prieto, tengo algo que decir
-A ver Raquel, soy todo oídos, dígame
-Tengo una pista…de…de quien es el jefe ahí afuera. El es…-En ese momento, Raquel volvió a ver fuera de la carpa y vio a Salva, parado y tan guapo como siempre, esperándola como un caballero espera por su dama. Raquel dudó y decidió dar marcha atrás.
-Inspectora, ¿cuál es la pista?-prieto tenia una sonrisa de alegría al saber que darían con el jefe de esos desgraciados como el los llamaba.
-Olvídelo Prieto, no era nada importante, debo estar loca, recordé que ya teníamos parte de su aspecto eso es todo. Me voy, llámenme solo si algo importante sucede.
Raquel camino en dirección a Salva, no iba contenta pero tampoco enojada; mas bien intrigada y asustada.
-¿Qué haces aquí? –le pregunto Raquel. Sabes que el ruso nos dio parte de tu perfil, te podrían reconocer, dijo ella en voz baja.
Salva llevó su mano a la mejilla de ella y acariciándola suavemente dijo: -No importa, el verte vale cualquier cosa amor. Raquel solo respiró profundo y en su mente maquinaban muchas cosas sobre todo el futuro de ellos dos.
Salieron rumbo a la casa de Raquel, al llegar Marivi ya tenia la cena preparada y Paula al oir que su madre llegaba salió al encuentro de ella.
-Mami!-salió corriendo a abrazarla. Te he estado esperando para enseñarte esto que he hecho en el colegio. Es un regalo para ti. ¿Te gusta?
Raquel tomó el pequeño papel donde Paula había hecho un hermoso dibujo de ellas dos.
-Es hermoso, mi amor. Sabes estará en mi cuarto para recordarte siempre.
-Vale-respondió Paulita.
-Hola, dijo Paula volviendo a ver a Salva. ¿Tú quién eres?
-Hola, dijo Salva acomodando sus gafas de la forma en que lo hacía cada vez que se ponía nervioso- bueno…yo soy un amigo de tu mamá.
-Ahh vale- respondió Paula.
Marivi interrumpió la conversación señalando que la comida estaba servida. Todos tomaron un asiento en la mesa. Salva, tímidamente se sentó junto a Raquel; era la primera vez que se veía con la hija de ella y cenaban juntos como una familia.
-¿Estáis saliendo?-dijo Paula en un momento de silencio.
Salva y Raquel quedaron anonadados por la pregunta de la pequeña y no sabían que decir.
-Pues yo diría que si, respondió Salva quien volvía a ver a Raquel y ella solo sonreía.
-Pero, ¿se lo has pedido?
-Mmmm, bueno…no de esa forma –respondió Salva, pero nos hemos besado y eso cuento verdad? Aunque ya que estamos aquí reunidos, yo quisiera…bueno a ti Paula y a usted Marivi, pedirles su aprobación de salir con esta mujer que me trae loco desde que la vi y con la que quiero pasar el resto de mi vida.
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Sin paracaidas
RomanceQue hubiese pasado si Raquel no se entera del cabello rojo de la peluca de payaso en el profesor... O si lo hace pero aun así quiere dar le una sorpresa Esta es mi primera historia y se hubica en la segunda temporada donde Raquel descubre las postal...