Sin Paracaidas Parte 5

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Salva y Raquel llegaron en cuestión de minutos a la casa de ella, había mucho por hacer, debía hablar con su madre, su hija y empacar maletas ya que su vuelo salía el siguiente día. Salva se había encargado de comprar los boletos y de alejar a Raquel de ese atraco lo más pronto posible aunque eso incluyera no verla; y solo pensar en eso le carcomía el corazón y se le partía el alma saber que la tendría lejos de él; habían pasado solamente 5 días pero se había enamorado hasta las trancas de esa mujer y de todo lo que representaba; pero debía seguir con el plan, el atraco era importante para él y no podía dejar a los demás, eran más que amigos, compañeros; eran familia.

Entraron a la casa de Raquel, su hija Paula y su madre esperaban en el comedor, Paula hacia tarea del colegio y su madre cocinaba la cena.

-Buenas noches mamá

-Buenas noches hija-respondió Marivi. Regresaste luego hoy. ¿A qué se debe esto?

-Mamá! Mamá!- salió Paula corriendo a abrazar a su madre.

-Hola cariño –respondió Raquel al mismo momento que le daba un fuerte abrazo a su hija y se preparaba para darles la noticia –Mamá, Paula necesito hablar con ustedes- dijo Raquel en un tono un poco nervioso y a la vez agitado.

Salva la toma de la mano y los 4 tomaron un asiento en el comedor. Paula y su abuela esperaban a que Raquel comenzara a hablar, solo que Raquel no encontraba las palabras para decirles lo que estaba sucediendo sin revelar el verdadero motivo detrás de su decisión.

-Mamá, hoy he renunciado a mi trabajo, he declinado el caso del atraco de la casa de la moneda y he tomado una decisión que creo que les sorprenderá mucho.

-Raquel, ya dinos lo que pasa, me estas poniendo nerviosa hija. ¿Es algo malo? ¿Por qué renunciaste?

-Mamá, es difícil de explicar por el momento solo quiero que sepan que nos mudaremos- decía Raquel al mismo tiempo que volvía a ver a Salva quien la miraba y le daba un movimiento de cabeza de continuar- nos vamos a California, empezaremos una nueva vida allá, necesitamos un cambio de aire y siento que nos vendría bien un nuevo continente y un  nuevo ambiente.

-Mami, ¿ya no veré a papá o a mis amigas del colegio? –menciono paula algo desconcentrada con la noticia pero a la vez con un tono de alegría ya que eso significaría viajar a un lugar diferente y ella jamás lo había hecho.

-Cariño –dijo Raquel tomando la mejilla de Paula y acariciándola –harás nuevos amigos en california y pues con tu padre…bueno…lo puedes visitar en vacaciones, ¿Qué te parece?

-Genial, mami, a que estoy muy emocionada. ¿Salva vendrá con nosotras también?

-Pues…este…Salva…tiene…  -Raquel no encontraba la forma de decirles que él no vendría sin exponer el verdadero motivo.

-Yo no iré aun porque tengo asuntos que resolver Paula, pero pronto los termine, iré a buscarlas –dijo Salva acomodando sus gafas en señal de nerviosismo y esperando haber convencido a la pequeña.

-Está bien –dijo Paula más tranquila.

-¿Y cuándo nos vamos? –pregunto Marivi.

-Mañana mismo dijo Raquel-

Marivi y Paula quedaron sorprendidas, no creían que el viaje fuera tan pronto, creían que viajarían en un mes o más, pero igual confiaban en Raquel como para seguir haciendo más preguntas.

-Okay hija, es hora de hacer las maletas entonces.

-Tomad solo lo necesario, tendremos todo  lo que necesitamos allá, Salva se ha encargado de eso.

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