Sin Paracaídas Parte 7

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Se habían dormido muy tarde, luego de hacer el amor y de terminar de empacar todo lo que Raquel necesitaba los había dejado exhaustos. Decidieron irse a dormir ya que Raquel tenía el vuelo a las 10:00 am del día siguiente, por consiguiente necesitaba estar despierta temprano y ayudar a Paula y a su mama. 

Al acomodarse en la cama, Raquel cayó profundamente dormida, contrario a Sergio, el por otro lado, se quedó contemplándola y analizando las situaciones ocurridas en los días anteriores. Como es que aquella mujer había decidido arriesgar todo por el con solo unos días de conocerlo? Como es que estaba dispuesta a cruzar un océano entero para estar juntos, además de poner en riesgo su vida y la de su familia por un atracador que sería prófugo por siempre?

Sergio acarició su mejilla, y recorrió con sus dedos toda su cara sin despertarla, cuidadosamente; el hacía eso para grabarse ese rostro tan hermoso frente a él y no olvidarla durante los días que estuvieran separados. En ese momento supo que ya no concebía una vida sin ella, sin sus besos, sin sus caricias, sin su olor, y sabía que los días que estarían separados serian una tortura para él. Quedamente susurró

-Te amo Raquel –y se quedó dormido junto a la mujer de su vida.

………………………………………………………

Al día siguiente, Raquel despertó un tanto somnolienta, aun cansada de la noche anterior. Se dio cuenta que Sergio no estaba en la cama, se preocupó así que decidió ir en su búsqueda. Se vistió con la camisa de él y bajó a buscarlo. Lo encontró en la cocina preparando el desayuno.

-¿Que estás haciendo?

-Buenos días cariño –estoy preparándote el desayuno, quiero que todo esté bien antes de tu viaje.

Raquel se acercó a él, lo tomó por la cintura ya que él estaba de espalda haciendo unos panqueques y le susurró al oído.

-Aun no puedo creer que estés aquí y seas mío.

Sergio sintió un escalofrió correr su cuerpo y giro velozmente para agarrarla por la cintura y darle un beso, un beso cálido y lleno de amor que luego se transformó en un beso más apasionado donde lenguas y mordidas estaban incluidas. Los dos disfrutaban besarse de esa forma, lo anhelaban tanto como el aire, a pesar de haberse besado antes, sus besos siempre solían ser así de intensos y de apasionados. De repente, sonó el timbre de la puerta y eso los obligó a separarse.

-¿Quién será a esta hora? –pregunto Sergio mientras no soltaba a Raquel

-No sé, iré a ver.

-Alto –dijo Sergio, no pensaras abrirla la puerta así como andas, solo en mi camisa. Iré yo.

-No! Lo detuvo ella –puede ser alguien de la policía o de la jefatura y no quiero que te vean, podrían sospechar algo, así que iré yo. Sonrió Raquel de forma picara y tentando a Sergio con la mirada.

Raquel caminó hacia la puerta y para su sorpresa era Ángel. Parado del otro lado, se le notaba que no había pegado un ojo en toda la noche y además estaba pasado de copas. Raquel pensó en no abrir, no quería un enfrentamiento entre Ángel y Sergio, pero no le quedaba de otra que abrir y hacer que Ángel se fuera de ahí lo más pronto posible.

-Cariño, podrías ir a ver si Paula ya está despierta –le dijo Raquel a Sergio para alejarlo de la escena que iba a desencadenarse con Ángel.

-Está bien respondió Sergio y subió las escaleras en busca de Paula.

Raquel abrió la puerta y enseguida la cerró tras suyo.

-¿Qué haces aquí Ángel?

-Raquel, yo…he venido…a pedirte que no te vayas, coño. La vida sin ti no va a ser lo mismo

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