¿Podrias ser feliz... conmigo?

Ella es diferente

¿Que? - fue lo único que pudo salir de la boca de Offenderman,tenia la cabeza hecha un desastre, ¿Zalgo? ¿Splendorman? ¿que la quería solo para el? No paraba de entender nada.
Lo se... Yo tampoco entendí al principio...- dijo s soltándolo, y suspiro- Es que ella es especial ¿sabes? es diferente.
Diferente... ¿como?- pregunto incrédulo Offender.
Bueno... Veraz...- comenzó Splendorman...
Hace mucho ya...
Era uno de esos días grises y tristes de invierno, una joven, la cual fue violada estaba a punto de dar a luz, ella odiaba con todo su ser a esa criatura inocente y al nacer la pequeña niña, fue dejada a su suerte en un callejón obscuro, la pequeña bebe de ojos color miel se hallaba a merced de la naturaleza, ahí es cuando el apareció, de monstruosa aparecía, se hacia llamar Zalgo, el mismo se había encomendado matar a la criatura pero en vez de eso le dejo su sello, una cicatriz en la espalda un forma de media luna, la tomo y la llevo a un orfanato, lo que Zalgo le hizo a la pequeña fue darle algo especial, un don.
Con el paso del tiempo la niña fue adoptada y creció con una familia que no le prestaba la suficiente atención como para ver lo que ella era capaz de hacer, la pequeña creció como una chica común y corriente y a los seis años cumplidos, la dulce y tierna niña se encontró con un amigo poco normal, Splendorman.
Pasado el tiempo la niñita cumplió los once años y el tuvo que marcharse, lo que hizo que ella cayera en una gran depresión, pasados dos años la joven lo supero y busco otro medio de ser feliz, aun sin saber de la existencia de su pequeño don, la joven vivía de forma común y corriente, pero según los rumores que venían del inframundo, a la joven de ojos miel le legaría el día donde el amo de las tinieblas llamado Zalgo, fiera a recamar lo que en un principio fue de el y según los rumores, la joven de ojos color miel seria la criatura mas sanguinaria y cruel de todos los mundos...
Dicen que el día que ella descubra su don, cualquiera que fuera, ese día, toda la maldad de los monstruos y la humanidad seria desatada.

Terminando de hablar Splendorman desapareció para ir a quien sabe donde, Offenderman tenía mucho en que pensar y la noche, la cual había caído ya, era el mejor momento para pensar, pues al día siguiente se desataría el caos...

Mientras tanto, Lilian mas que molesta hizo lo que nunca se creyó capaz, comenzó a golpear una de las puertas de las habitaciones hasta el punto de que la sangraran los puños, algo en ella crecía esa noche y se desató. Sus ojos se tornaron blancos y brillaban, simplemente ella se envolvió en una especie de capa hecha de fuego, cerro los ojos y duro así la noche entera...