Hola.

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Narra Offender...

Había pasado una semana desde lo que le paso a Lilian y el hijo de perra de Slender no me dejaba salir de la cabaña, me sermoneaba sobre la vida y el amor y la muerte.

¡¡PURAS MIERDAS!! - recuerdo haberle gritado, no quería estar encerrado en nuestra habitación, con su olor, solo quería irme.

Te busca Slender.- dijo recargándose en mi puerta Masky, sonaba serio pero feliz, gruñi.

Ahora bajo.- dije tratando de sonar calmado y el se marchó dejando la puerta abierta récordandome que era ahora o el subiría.

Baje las escaleras sin levantar la mirada y justo cuando iba a la mitad de la larga escalera escuche una risa, una risa bastante familiar, bastante cálida, su risa.

Sentí mi corazón latir con rapidez y baje corriendo las escaleras, casí caigo cuando tropiezo con Jane y casi no oigo cuando me grito que era un imbécil, pero no podía parar de correr y con la buena suerte que tengo, tropeze en el ultimo escalón y caí frente a ella.

Mi vista se encontró con sus ojos, con sus bellos y preciosos ojos, sus mejillas rosadas estaban mas que sonrojadas y su sonrisa, mas bella que nunca era para mi.

¿Lilian?- dije levantandome tomándola de las mejillas, sintiendola, viéndola, teniéndola en mis manos.

Hola Offendy. - susurro traviesa mirándome con amor, deje caer lágrimas de alegría que mancharon sus mejillas.

¡Lilian! ¡¡Lilian!! - grite su nombre lleno de alegría, besando su rostro y estrechándola en mis brazos.- ¡Estas viva! - dije aprentandola mas entre mis brazos, la escuche reír y eso me hizo aun mas feliz.

Sentí de pronto como Slender se unía al abrazo, después Splendor, después Trender y así cada uno de la cabaña demostró que la extrañaba y que nos hacia feliz tenerla de vuelta, pero yo sabia mejor que nadie, que nadie la extrañaba como yo.

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Corto, lo se.

¿Podrias ser feliz... conmigo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora