JungKook un imbécil tatuado, JiMin un tierno chico, amante del rosa y las leches de fresa.
Un chico rudo, lleno de piercings y tatuajes. Enamorado del pequeño chico que usa ropa color pastel e irradia ternura.
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—Claro que sí, lo haces sonar como si fueran a una cita... no es una cita, ¿verdad? — Le miró acusador.
JiMin se sonrojó con fuerza.
— ¡Claro que no! — Se acercó a su closet.
—Haré que te creo, pero mira, si quieres que ese rockero se fije en ti, usa esa camisa blanca junto a esos pantalones que marcan tus piernas, te aseguro que no dejará de mirarte en toda la noche.
—No es una cita, solo una reunión entre amigos. — Se acercó nuevamente a la pantalla. — ¿Este jean? ¿O el rojo? — Enseñó ambos.
—Mmm, el rojo hace resaltar tu trasero, lo he visto en fotos.
— ¡Seokjin! — Chilló avergonzado.
—Anda, cámbiate y déjame verte. — Acomodó la cámara, mientras se arreglaba un par de mechones.
A los pocos minutos, JiMin apareció, un tanto avergonzado y dejando a su amigo boquiabierto.
—Oh dios, JiMin, luces tan sexy que haces dudar mi heterosexualidad.
— ¿Tú dices que le gustará? — Se paró frente al espejo, ¿realmente hacía resaltar su trasero?
—JiMin si ese chico no se fija en ti realmente es un estúpido.
Su celular sonó, avisando que tenía poca batería.
—Tengo que cortar, Jinnie, ¡luego te llamó!
Seokjin rodó los ojos.
— ¡Mas te vale que me cuentes todo! Adiós, bebé.
—Byee~ — Sonrió mientras se despedía con la mano y cortaba la videollamada.
Okey, oficialmente era una bolita de nervios.
Había invitado a JungKook, TaeHyung y Hoseok a su casa, principalmente para que los últimos dos conozcan al azabache, pero por alguna razón la idea de que el mayor estuviera en su casa le hacía poner nervioso, además de que le había pedido que vaya antes así podían charlar un rato.
Se peinó y perfumó por décima vez, acomodó la camisa y desabrochó los primeros dos botones, dejando ver un poco de sus clavículas.
Entonces, el timbre sonó y JiMin casi deja caer el pote de perfume. Inhaló, exhaló y caminó con rapidez a abrir la puerta.
—Ho-hola, JungKookie. — Saludó con una pequeña sonrisa.
Su corazón comenzó a bombear con fuerza al verle, vestía simple, con su chaqueta de cuero y unos jeans un poco rasgados, pero aun así ante los ojos de JiMin se veía hermoso.
—JiMin... te ves hermoso. — Rápidamente se arrepintió. — D-digo... tu... t-te–
JiMin rió al ver al mayor tan avergonzado, haciendo que toda pizca de nervios y tensión desaparezca.
—Tú también te ves hermoso, JungKookie. — Le tomó de la mano y le hizo pasar.
La traición, la decepción br0 en el cap pasado nadie escribio:
"PRIMER COMENTARIO, CHINGUEN TODOS A SU MADRE" 😔✊ Asik pensé en ya no dedicarlos o hacer alguna otra cosa HAAAA MEPER DONAS Bueno, escriban el comentario. Sino voya yorar.
Laik para k yo no yore
Dedico el capitulo al comentario que escriba lo que dije, no al primero. Ahora sí boi as er mala onda
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