JungKook un imbécil tatuado, JiMin un tierno chico, amante del rosa y las leches de fresa.
Un chico rudo, lleno de piercings y tatuajes. Enamorado del pequeño chico que usa ropa color pastel e irradia ternura.
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El menor le abrazó, mientras JungKook rodeaba su cintura con sus fornidos brazos, comenzando a repartir dulce besitos por su sonrojado rostro.
—Ew. — Dijo YoonGi poniendo cara de asco.
—Nosotros no somos así, ¿verdad bebé? — Preguntó el TaeHyung pasando un brazo por su hombro y acercándole para dejar un sonoro beso en su mejilla.
Hoseok rodó los ojos.
—Solamente falta NamJoon con Seokjin, al igual que Baek y Chanyeol. — Comentó, para luego mordisquear su hamburguesa.
— ¡Oye! — Se quejó el peliblanco, para luego escucharse una segunda voz proviniendo de su celular. Si, ahora se la pasaban haciendo video llamadas.
Baekhyun solamente rodó los ojos, para luego acurrucarse contra el pecho de su novio, el cual se encontraba acariciando su pierna.
—Bebé. — Hablo JungKook, acariciando su mejilla con el pulgar. — Mi madre llega la semana que viene.
— ¡¿En serio?! — Abrió sus ojos con sorpresa. En todo este tiempo de relación, la madre de JungKook se la había pasado en el extranjero por temas de trabajo, y si era cierto que habían hablado solo una vez con ella, en ese momento JungKook y él eran solamente amigos, y JiMin quedó encantado con la madre de su novio, era una persona cálida y agradable con la que hablar.
—Sip, ¿te quedarás a cenar?
— ¡Claro que sí! — Sonrió con dulzura.
El timbre sonó, por lo que todos los alumnos comenzaron a caminar a sus respectivas aulas. JungKook solamente le plantó un besito en la frente seguido de un "te espero a la salida".
Sin embargo, las cosas no parecían ser de color de rosas.
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