capítulo 19 "la peliazul"

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Después de una operación exhaustiva, pudieron sacar un elemento de metal del brazo de kakarotto, algo que jamás pensó milk lastimara tanto en la piel, se veía inofensiva, pero con un impacto catastrófico.

Milk limpiaba con delicadeza la herida, le habían puesto tres puntos. El Moreno ni ella habían dicho nada de su cercanía, el estaba sentado a orqueta;mientras que milk se encontraba entre el espacio de las  piernas. Aquella cercanía que bien pudo descontrolar a milk pero no era el momento de perder la cordura. Además no estaba de buen humor, después de todo. Las palabras dichas por él aún rondan por su mente.

Su ceño se frunció y sin medir pulso, presionó nada delicado en la herida que limpiaba; el joven saiyajin gruñó de dolor.

- Lo siento - y prosiguió limpiando sin importar lo más mínimo que tenía puesto su mirada en ella.

La verdad que no lo sentía, se merecía eso y mucho más, pero era suficiente por hoy.

Hizo amague para levantarse pero una mano fuerte y firme la sujeto del antebrazo jalando la hacia él.

Aquello la había tomado por sorpresa. Sus ojos tenían un brillo, y bajaron a sus labios, su corazón latía a mil; debía parar eso ahora.

- Pensé que no querías distracción alguna - aquellas palabras salieron de su boca. - te contradices mucho para ser capitán.

- Y no la quiero, pero debo admitir que todo esto es un reto, verte y no decir ni una palabra, pero debe hacer así - milk aprovecho y rozo sus labios contra los de él. Provocando sensaciones inexplicables.

Sabia que sí lo hacía era una tortura directa para kakarotto, un arma de doble filo. Se separó de él con una sonrisa triunfante.

- la próxima vez, no tendré piedad, también se jugar - se levantó sin separar su vista de él.

Por otro lado, kakarotto aún no salía de su conmoción, lo había retado, aquello se ponía más interesante, sí quiere jugar le daría lo que quiere.

- hemos terminado por hoy capitán - sentía como él mandaba señales de molestia pero prosiguió - le recomiendo que descanse, ya mañana lo ve mi compañera.

Sus miradas quedaron fijas entre ambos como sí, así hubieran dado comienzo al pequeño juego.

-Bien - se levanto de su asiento y se acercan solo un paso a la dirección de la chica - Que descanses.

Ella asintió y pudo ver como aquel pelinegro mal trecho salía por la puerta con una sonrisa burlona.

A los diez minutos; Honney entró con unos papeles, debían ser los reportes médicos de los demás, era necesario llevar un reporte de lo sucedido a la base, se veía agotada.

- ¿Te encuentras bien? - pregunto algo preocupada milk - sí quieres te cubro, después de todo ya es hora de ir a descansar y aún puedo seguir trabajando un poco. ¿ qué dices?.

- Esta bien, pero eso si, sí ves que es mucho trabajo dejalo para mañana.

Ambas se despidieron. Milk termino por redactar lo restante y salio de allí directo a su habitación.

Por el camino escucho algunos ruidos y vio entrar a la cocina kakarotto, una sonrisa tonta cruzó sus labios pero cada rastro de la sonrisa se esfumó cuando dentro allí también estaba caulifla.

Dentro de la cocina, kakarotto se servía un vaso de agua; la presencia de la chica no lo conmocionó, debía camuflar su descontento por un momento pensó tener una noche tranquila. Su disimulo funcionó, la joven le había sonreído.

- Me preguntaba cómo habia seguido tu brazo, ¿te encuentras bien?

- sí, al parecer solo fue una perforación, nada grave - tomó un sorbo del vaso esperando que dijera como, " oh ya veo, hasta mañana" pero no.

- ¿puedo ver tu brazo? - su mirada tenía un brillo algo parecido cuando las mujeres de su planeta querían algo más que un favor.

Estiro su brazo, ella se acercó para admirar mas su herida, poco a poco sus manos subieron, pasándose a sus hombros desnudos.

- te gustaría acompañarme a...

Pero un ruido en el pasillo la interrumpió. Una milk furiosa pasó de largo en el pasillo, kakarotto aprovechó el descuido y se separó de su cercanía.

-Debo irme ahora, mañana nos espera un día arduo de búsqueda, no quiero que te transnoche perdiendo el tiempo en cosas que no te conviene.

El Moreno recorrió el pasillo de prisa, sabía que milk había visto todo el espectáculo y debía asegurarse de que no interpretara mal la situación. Pero fue demasiado tarde, la puerta se había cerrado de un portazo.

A día siguiente todos descendieron por segunda vez de la nave, debía apresurarse sí querían encontrar alguna pista.

Ya habían pasado por el lugar en el que ayer descansaron y pasó lo sucedido; caminaron por varias horas sin parar.

- Capitán - llamó Zeth tomando una bocanada de aire, estaba agitado - ¿Podemos descansar un rato?

- Me parece una buena idea Zeth - hablo esta vez kakarotto su cara era de compasión pero se tornó serio al instante - cuando hallamos encontrado algo. Sigamos.

Su meta era encontrar alguna pista que los conducirlos a algo o ha alguien.

- Capitán - esta vez era caulifla que había hablado, el respondió para que hablara pero sin para de caminar, ella caminó más rápido para alcanzarlo - y sí en vez de caminar volamos, así no sería más agotador.

Kakarotto soltó una risa sin gracia a lo pedido.

- y así escandalizar a todo ser vivo de este plante, sí no lo haz notado, pueden hacer cosas cuando los asustas demasiado.

Después de eso nadie quiso hablar y hacer ninguna petición. Y eso agradeció el pelinegro.

Cuando hallaban todo por perdido por ese día encontraron entre los escombros una casa, una estructura que no había sido destruida por completo casi intacta, algo muy extraño por aquí.

Kakarotto hizo señas al grupo para dar ingreso al lugar. Todos rodearon la casa. La explosión de energía derribó la puerta dejándola destrozada por completo, dejando ver el interior de aquel lugar. Poco a poco todos fueron entrando.

- Asegurense sí hay alguien por aquí habitando necesitamos interrogarlo.

Pero no tardo mucho tiempo que saliera de otra habitación una joven, con vestimenta Blanca y cabellos azules.

- Quien carajos son ustedes y que han venido?

Together (Gochi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora