Narry; one shots.

Fists Bump; *

—¡Nooo! –Niall gritó frustrado al ver como en la pantalla del televisor se reflejaba su derrota en la batalla.- Eres un hijo de puta.– señaló a su amigo rizado, que estaba sentado a un costado riendo a carcajadas. Los dos se encontraban en la recámara de Harry. El rubio soltó un golpe al hombro de su mejor amigo reclamándole el no haber cumplido su trabajo, que era cubrirlo.

—¡Oye! No es mi culpa que apestes en los videojuegos, enano.- se defendió el castaño, provocando aún más frustración en su amigo.

—Cállate idiota, soy mayor que tú.

—Cállate tú... enano viejo.- susurró, riendo en voz baja.

—No, cállate tú.

—No, tú.

–Oblígame.- mencionó con una sonrisa sarcástica mostrándole su dedo del medio.

–De acuerdo.- Harry alzó los hombros he hizo una mueca, expresando un "de acuerdo".

Tomó las mejillas del rubio y juntó sus labios, moviéndolos lentamente, haciendo que como había prometido, hacer callar a su amigo. La cabeza de Niall se alejó un poco, pero Harry lo tomó del mentón para no separarse.

Después de un tiempo los dos siguieron el juego, ambas cabezas ladeadas disfrutando un largo y profundo beso.

La intensidad crecía entre los dos cuerpos, el menor decidió dar el primer paso; bajó una de sus manos al bulto entre las piernas del mayor, mientras la otra iba subiendo lentamente la camisa de su acompañante hasta quitarla por completo y seguir el beso.

—Esto está mal.- mencionó Niall, separándose un poco jadeante.

—No es como si no lo hubiéramos hecho antes, Ni.- sonrió pícaro, intensificando las caricias en la entrepierna. La cabeza de Niall daba vueltas, pero las ganas de un buen acoston pudieron más que él.

—A la mierda, tienes razón.- sentenció decidido, de un empujón término de recostar a Harry sobre la cama en donde antes yacían jugando videojuegos como cada semana.

Un rubio impaciente quitó su pantalón y bóxer, repitiendo la misma acción con su compañero, dejando al descubierto un cuerpo que conocía a la perfección, una piel que sus manos y labios habían recorrido, y unos tatuajes que él mismo había delineado un por uno con la llema de sus dedos.

Styles también era impaciente, se levantó, los dos de pie comenzaron a besarse de nuevo, pero más ferozmente y con más ganas. El menor decidió comenzar de una vez; sentó al rubio, lo recostó y se subió a horcajadas de él, tomó sus labios otra vez, pero esta vez con sus caderas moviéndose, logrando que los dos miembros semierectos se frotaran entre sí.
Pequeños jadeos salían de ambos labios; Harry subió un poco más, masturbandose con el vientre del rubio, mientras este lo hacía con los glúteos del castaño.

Niall se separó un poco, abrió el cajón que ya conocía tomando un lubricante. El realmente quería hacer su trabajo bien, su amigo no lo dejaba coordinar sus sentidos por los movimientos y jadeos; Por fin pudo tomar un poco de lubricante, lo untó en sus dedos calentándolo un poco; miró a los ojos verdes y este asintió. La mano de Niall viajó a la entrada del castaño, masajeando por unos segundos para después introducir un dedo, ganándose una mueca de satisfacción.

Después de preparar la entrada, el rubio separó los glúteos del castaño para así poder introducirse a ese pequeño agujero caliente.

Harry comenzó a cabalgar con algo de lentitud, sintiendo cada roce entre ellos, sus caderas se movían en círculos, para después acelarar y dar cortos y rápidos sentones en la polla dura de su amante. El rubio masajeaba los glúteos, dando pequeños golpes y pellizcos; después posó sus manos en las caderas del menor, tomándolas y bajándolas con rudeza para intruducirse en él más profundamente, golpeando el dulce punto.